Explorando el Formalismo Ético: Corrientes y Conceptos Clave

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Explorando el Formalismo Ético: Corrientes y Conceptos Clave

El formalismo ético se centra en la forma de la acción moral, más que en sus contenidos o consecuencias. A lo largo de la historia de la filosofía, diversas corrientes han adoptado esta perspectiva, cada una con sus particularidades. A continuación, exploraremos algunas de las más influyentes.

El Formalismo Kantiano: La Ética del Deber

Immanuel Kant rechaza las éticas materiales porque, según él, no pueden fundamentar la universalidad y la necesidad, rasgos esenciales de la moral. Una moral universal y necesaria no puede ser material; debe ser formal, vacía de contenidos empíricos. La bondad de la acción radica en el modo de actuar, sin tener otra cosa en cuenta que el cumplimiento del deber (autonomía).

Es crucial hacer las cosas por el deber mismo, con la intención de cumplirlo, y esto es lo que constituye la clave de la moralidad. Por ejemplo, si alguien se detiene en un accidente de tráfico solo para evitar una multa, ha cumplido con su deber legal, pero su acción no es moralmente valiosa desde la perspectiva kantiana. La moralidad se fundamenta en la existencia de imperativos categóricos, que exigen que la acción pueda ser realizada indistintamente por cualquier ser humano, convirtiéndose en una ley universal.

El Formalismo Existencialista: La Libertad Radical de Sartre

Jean-Paul Sartre, figura central del formalismo existencialista, considera que el ser humano no está determinado por ningún valor o fin anterior a sus decisiones. Para él, no existe una naturaleza humana predefinida, ni un Dios, ni principios externos que dicten lo que la persona es o lo que debe hacer. No hay contenidos morales preestablecidos, más o menos buenos, previos a la elección individual.

La bondad de la acción, en esta perspectiva, reside en su carácter radical y absolutamente libre. La persona es enteramente responsable de sus elecciones, y es a través de estas que se construye a sí misma y define sus propios valores.

La Filosofía Analítica y el Lenguaje Moral

La Filosofía Analítica, en el ámbito de la ética, no se preocupa tanto de definir en qué consiste el bien, sino más bien del significado y del uso de los términos morales. Se la considera una ética formal, no porque analice la forma de la práctica moral en sí, sino por su enfoque en la forma o el uso del lenguaje moral.

Desde esta perspectiva, el lenguaje permite describir “lo que son las cosas” y las acciones humanas, pero no puede prescribir “lo que deben ser”. Los términos morales, por tanto, no sirven para determinar si una acción es intrínsecamente correcta o incorrecta, sino para expresar actitudes, emociones o prescripciones que no son verificables empíricamente.

Las Éticas del Discurso: Hacia un Consenso Universal

Las Éticas del Discurso representan una reformulación contemporánea de la ética kantiana, donde la conciencia individual es sustituida por un sujeto colectivo o una comunidad de diálogo. Estas éticas también buscan corregir la excesiva individualidad de las máximas kantianas, investigando la posibilidad de establecer contenidos mínimos universalizables por consenso.

El objetivo es buscar acuerdos que sean aceptables por todos los participantes en un diálogo racional (principio de universalización). Se trata de fijar, mediante el consenso y el debate, unas mínimas exigencias morales que sean compatibles a nivel mundial, respetando al mismo tiempo las particularidades éticas de los diversos pueblos, culturas y religiones.

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