Explorando el Impresionismo: Características, Artistas Clave y Obras Icónicas

Impresionismo: Un Nuevo Enfoque de la Percepción Visual

El Impresionismo surgió en 1874 cuando artistas como Monet, Renoir, Degas, Sisley y Pissarro, frustrados por su exclusión del Salón parisino, decidieron organizar una muestra pública. Este evento causó un gran revuelo. El título de la obra de Monet, Impresión, sol naciente, inspiró al crítico Leroy a acuñar el término "impresionistas". Las exposiciones se repitieron, y todos los artistas del grupo despreciaban el arte oficial y las reglas académicas.

El Arte desde la Naturaleza: Una Ruptura con la Tradición

Mientras que antes se consideraba la naturaleza como un modelo a imitar, el Impresionismo adoptó un enfoque perceptivo basado en la experiencia visual. No se trataba de pintar lo que se sabía, sino lo que se veía, lo que representó una nueva forma de ver el mundo. Esta ruptura con el arte occidental marcó el punto de partida del arte moderno.

Los impresionistas comenzaron a pintar en plena naturaleza, una práctica conocida como "a plein air", abandonando el estudio tradicional. Su principal objetivo era captar los efectos de la luz sobre la apariencia de las cosas. Para lograrlo, implementaron una renovación en la técnica pictórica.

Técnica Impresionista: Pinceladas y Color

Los impresionistas yuxtaponían pinceladas cortas y colores puros para que el espectador percibiera la fusión de tonos (la "mancha impresionista"). La teoría de los colores de Chevreul tuvo una influencia decisiva. Los impresionistas abandonaron el dibujo preciso, suavizando los contornos al fundirlos con el fondo. La paleta se volvió clara, brillante y luminosa.

La temática solía ser el paisaje, los temas populares, escenas de la vida ciudadana y la vida nocturna. La fascinación por el agua se convirtió en un tema recurrente. También recibieron influencias de la Escuela de Barbizon, cerca de París, donde los paisajistas estudiaban las condiciones atmosféricas. Además, estaban fascinados por el arte japonés. La fotografía ofreció la posibilidad de representar la realidad deteniendo el movimiento.

Artistas Destacados del Impresionismo

Monet: El Impresionista por Excelencia

Monet resume las características del Impresionismo. Su obra se caracteriza por la pintura al aire libre, las manchas yuxtapuestas y la utilización de colores puros, buscando captar la luz y transmitir la impresión, con la importancia del agua. Le interesaba el carácter provisional de las apariencias, que cambian de un instante a otro. Esto se manifiesta en sus series, donde explora el aspecto cambiante de un mismo objeto o lugar. En la serie dedicada a la Catedral de Rouen, estudió las variaciones de luz en distintos momentos del día. Los últimos 20 años de su vida los dedicó al tema de los nenúfares de su jardín acuático. Destaca su obra Impresión, sol naciente.

Manet: Un Transgresor en la Época

En 1863, el Salón de Otoño rechazó su lienzo Desayuno sobre la hierba, criticado tanto por su temática como por la técnica empleada, así como por el tratamiento de la perspectiva y la representación del entorno natural, bañado en una luz fuerte y contrastada. Ese mismo año contrajo matrimonio y volvió a escandalizar con Olympia, repitiendo el desnudo femenino y aumentando la intensidad de la luz. Tras ser denegada su inclusión en la exhibición pictórica que se realizó con motivo de la Exposición Universal en 1867, improvisó una exposición callejera que fue recibida con indiferencia. Mantuvo relaciones con los impresionistas, aunque no participó en sus exposiciones, prefiriendo ofrecer sus obras en el Salón y exponerlas en su estudio si eran rechazadas.

Renoir: La Alegría de Vivir en el Lienzo

Renoir reflejaba la alegría de vivir en sus cuadros, con una riqueza cromática y armonía de colores cálidos y fríos que transmiten frescor. Captaba la relación de la figura con la atmósfera que la rodea. Sus temas son imágenes de la vida cotidiana, al aire libre. Destacan obras como Le Moulin de la Galette y El Columpio.

Degas: El Movimiento y la Figura Humana

Degas participó en exposiciones de los impresionistas, aunque luego se alejó, reflejando diferencias con ellos. Sus objetivos eran la plasmación del movimiento, interesándose por las carreras de caballos, las bailarinas y las mujeres en su aseo o en escenas de café-concierto. Reflejó el mundo del ballet en los ensayos, la espera e incluso el cansancio. Le interesaba el mundo femenino. Lo que le separaba de los impresionistas era su interés por la figura humana y no por el paisaje ni el aire libre.