Explorando la Metafísica Aristotélica: Ser, Sustancia y Cambio

Clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 4,39 KB

¿Qué es la Metafísica?

La metafísica, denominada por Aristóteles como Filosofía Primera, es la rama de la filosofía que se dedica al estudio de "lo que es, en tanto que algo que es, y los atributos que, por sí mismo, le pertenecen". En esencia, la metafísica busca explicar los rasgos definitorios de lo real, constituyéndose como la ciencia del Ser. Su carácter universal reside en que no se enfoca en una porción específica de la realidad, sino en la realidad en su conjunto y unidad.

El concepto fundamental que une a todas las cosas es el hecho de que son. El "ser" es, por tanto, la propiedad común a todas las entidades y el objeto central de estudio de la metafísica.

Las Sustancias

Como afirmó Aristóteles, "el ser se dice de muchos modos". El ser es plural y cambiante, manifestándose en diversas sustancias.

Una sustancia se define como una realidad autónoma, independiente de otras, que posee propiedades o atributos definibles. Aristóteles distingue dos tipos de realidades-sustancias:

  • Sustancias Primeras: Son los individuos, los seres independientes y autónomos que podemos experimentar. Aristóteles las considera las existencias materiales concretas (ej. "ese perro"). La sustancia primera es aquello que puede cambiar.
  • Sustancias Segundas: Son las formas comunes o esencias que agrupan y definen a los individuos, a las que se refieren los conceptos (ej. "animal"). Estas esencias no son materiales y, por lo tanto, no se experimentan directamente. Platón las denominaba ideas. Aristóteles, al creer que estas formas comunes tienen realidad, es considerado realista. Sin embargo, para Aristóteles, las sustancias segundas no subsisten por separado, sino que existen en los individuos, en unión radical con la materia. Esta conexión entre lo individual y lo general da lugar a la teoría del hilemorfismo.

El Hilemorfismo

La teoría hilemórfica, propuesta por Aristóteles, postula que toda realidad o individuo (sustancia primera) es un compuesto de materia y forma. Estos son co-principios que explican la realidad:

  • La Forma: Es aquello que define a las cosas, la sustancia segunda, el conjunto de propiedades que caracteriza a un grupo de individuos.
  • La Materia: Es lo que hace a las cosas diversas e individuales, y explica su capacidad de cambio. La materia individualiza y posibilita el cambio; solo lo material cambia.

La Realidad es en Acto y en Potencia

La comprensión del ser aristotélico implica distinguir entre:

  • Ser en Acto: Lo que una cosa es en el momento presente, de forma efectiva.
  • Ser en Potencia: Lo que una cosa puede llegar a ser, su posibilidad de ser algo que aún no es.

El movimiento o cambio se entiende como el paso, a través del tiempo, de lo posible (potencia) a lo actual (acto).

La Teleología

Las posibilidades o potencias forman parte integral del ser concreto. Para comprender plenamente una cosa, es necesario considerar tanto lo que es como lo que puede llegar a ser. La realidad, según Aristóteles, tiende a desarrollar sus cualidades potenciales. Esta tendencia es el motor del cambio y explica el universo como una realidad orientada hacia el equilibrio y la perfección.

Las cosas orientan su cambio hacia finalidades implícitas, hacia su pleno desarrollo. En otras palabras, la realidad está en perpetuo movimiento hacia un fin, el cual actúa como una fuerza o energía que predispone al cambio. Esta perspectiva se conoce como teleologismo.

La teleología también se aplica a la física para explicar el movimiento local. Aristóteles creía que el reposo es el estado "natural" de la materia, además de ser el estado perfecto y el fin hacia el cual todo tiende. Por ello, el movimiento es visto como el tránsito hacia el equilibrio y la perfección (el paso de la potencia al acto).

La tesis del "lugar natural" afirma que cada objeto tiende (teleología) hacia un espacio propio y adecuado, determinado por su composición. Por ejemplo, los objetos sólidos tienden a caer porque la tierra, su elemento fundamental, busca ocupar el centro del universo en reposo.

Entradas relacionadas: