Explorando la Novela Española de Posguerra: Tendencias Literarias y Personajes de 'Los Santos Inocentes'
Clasificado en Francés
Escrito el en
español con un tamaño de 5,6 KB
Los años 30 supusieron el fin de las vanguardias, del arte puro y la politización de los escritores. Pero la Guerra Civil supuso en el terreno cultural una interrupción de las corrientes anteriores. Los primeros años de la posguerra estaban dominados por el hambre, el mercado negro, el aislamiento internacional y la represión política.
Contexto Cultural y Censura
En cuanto a la creación literaria, la censura impedía la publicación de obras que cuestionaran la situación por la que estaba atravesando el país. Quedaban prohibidas tanto las novelas sociales anteriores a la guerra (como las de Ramón J. Sender: Imán, sobre la Guerra de Marruecos), como las novelas de los exiliados o las obras de los novelistas europeos. Tampoco podían servir de modelo las novelas novecentistas “deshumanizadas”. Es una época de pobreza creadora, salvo excepciones.
Grupos de Novela en los Años 40
En esta situación, en la novela de los años 40, se pueden distinguir tres grandes grupos:
La Novela de los Vencedores
Cultivan una novela heroica que defiende los principios de quienes habían ganado la guerra, como La fiel infantería de García Serrano, La vida nueva de Pedrito de Andía de Rafael Sánchez Mazas o Los cipreses creen en Dios de José María Gironella. También hay novelas realistas, como la saga de Los Rius de Ignacio Agustí (en la que destaca Mariona Rebull).
La Novela en el Exilio
Los novelistas republicanos tuvieron que exiliarse al terminar la Guerra Civil. Entre todos ellos destacan: Francisco Ayala (La cabeza del cordero y Muertes de perro); Arturo Barea (con la trilogía La forja de un rebelde); y, sobre todo, Ramón J. Sender y Max Aub.
La Novela Existencial
Esta novela será la que rija este panorama tan sombrío, habrá un antes y un después de su publicación. Sus temas son comunes con la poesía desarraigada. Como estaba prohibida cualquier crítica social, los autores traspasan al ámbito de lo personal y de lo existencial los problemas sociales. Se trata de una literatura cargada de angustia con novelas como La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela (1942), Nada de Carmen Laforet (1945) y La sombra del ciprés es alargada (1947) de Miguel Delibes.
Personajes Clave de "Los Santos Inocentes"
Azarías
Posee tres características esenciales:
- Es “inocente”, es decir, retrasado mental, circunstancia que condiciona su conducta.
- Es viejo, “para San Eutiquio sesenta y un años”.
- Es, por tanto, un hipermarginalizado entre los habitantes pobres de los cortijos, una persona a la que los amos mantienen por caridad.
Ignorancia
Reiteradamente, le recrimina a Regula con una frase hecha que los niños vayan a la escuela (“luego no te sirven ni para finos ni para bastos”). El recuento de los tapones de las válvulas o de las panojas denota también su ignorancia.
Perturbación Psíquica
Sufre alucinaciones en las que ve a su hermano muerto Ireneo en el cielo enmarcado en un escapulario. Todos estos rasgos le suponen la marginación en ambos cortijos. Del primero es expulsado. En el segundo es “un engorro”, pero su presencia es soportada por el cuidado de su familia, por la determinación de Regula, que no quiere llevarlo a un asilo, y por la comprensión de la señorita Miriam hacia él. Sin embargo, Azarías demuestra, más que otros personajes, primarios sentimientos humanos.
Las Milanas
Las Milanas forman parte sustancial de la vida de Azarías y son objeto de su absoluta dedicación y cuidado, se constituyen en verdaderos personajes. Respecto a ellas experimenta también Azarías el sentimiento de tristeza por la muerte: entierra al Gran Duque como si se tratara de un ser humano (personificación). Otra prueba es el crimen final: la grajeta tiene para él tanto valor que es capaz de matar a una persona por ella.
Paco, el Bajo
Por un lado representa el modo de vida de los sirvientes del cortijo, por otro posee rasgos peculiares, individuales. Asume de forma natural su condición de siervo. Acepta la humillación que supone el aislamiento de estar cinco años en la raya de la de Abendújar; su dependencia del amo es enorme. Comparte la pasión por la caza del Señorito Iván.
El Señorito Iván
Presenta una serie de rasgos negativos que lo convierten en un personaje monolítico, sin un rasgo de bondad. En primer lugar, asume totalmente su condición de amo y no permite que nada pueda limitarla.
Personajes de Segundo Plano
- Don Pedro: Vive preso de celos y de impotencia.
- La Señorita Miriam: Representa la conciencia social entre los acomodados.
- El Quirce: Es símbolo de la insumisión de los humildes.
- La Regula: Significa la determinación en el amor al prójimo (“¡Ay, mientras yo viva, un hijo de mi madre no morirá en un asilo!”) y la disposición para el servicio.
- La Niña Chica: Quizá lo más sobrecogedor de ella es “su berrido lastimero”.
- El Rogelio: Se ocupa del tractor y comprende su mecánica como nadie. También se ocupa de su tío, Azarías. En él hallamos interés por el progreso y sentimientos de afecto por los necesitados.