Explorando el Pensamiento de Wittgenstein: Del Isomorfismo Lógico al Pragmatismo Lingüístico

1º Wittgenstein: Considera, al igual que Russell, que la lógica es el lenguaje más perfecto y asume el principio de isomorfismo semántico. El mundo y el lenguaje comparten una misma estructura lógica común. El constituyente último del mundo son los objetos o cosas, las entidades que percibimos con los sentidos; los objetos son simples y forman parte de los hechos atómicos. El hecho atómico es la combinación o relación de objetos o cosas. El lenguaje opone a los hechos atómicos, proposiciones simples y a los hechos complejos proposiciones complejas. El lenguaje tiene la propiedad de representar, como en un espejo, la realidad del mundo, es imagen del mundo porque tiene capacidad pictórica. La lógica es la que determina la estructura del lenguaje, y la que expresa la estructura de la realidad. Sólo puede mostrar esta estructura lógica. El límite de lo que realmente puede ser conocido lo pone el lenguaje y lo que esté más allá de ese límite simplemente carece de sentido. La realidad es representable en la medida en que tiene una estructura o forma lógica. La realidad es lo posible, todo estado posible de cosas. Sólo podemos aceptar como posibles estados de cosas aquellas situaciones que puedan formar parte de una hipótesis científica. Para decidir si una proposición es verdadera o falsa tendremos que acudir a la realidad y verificarlo. Por este motivo, una proposición puede ser entendida sin la necesidad de saber si es verdadera o falsa. Respecto a los objetos simples de la realidad, la única manera de hablar de ellos es nombrarlos. Nombrarlos es poner un signo simple en el lugar de la estructura que corresponde a un objeto. Los hechos o situaciones de la realidad tienen que ser descritos. Wittgenstein, siguiendo a Russell, dice que un nombre se limita a nombrar y no tiene sentido, y una proposición tiene sentido pero no puede tener referencia pues la proposición no es nombre de nada.

2º Wittgenstein: Desarrolla un planteamiento pragmatista del lenguaje como “caja de herramientas”: lo que define al lenguaje es el uso. Esto nos lleva a la conclusión de que todos los lenguajes son igualmente válidos, no sólo el de la lógica. A cada uso del lenguaje lo denomina juego lingüístico. Su objeto principal de estudio es el lenguaje ordinario. Considera que éste es mucho más rico que la lógica y que ésta no puede darnos ninguna pista para entender aquél y menos aún averiguar en qué consiste la realidad. El lenguaje es un conjunto de actividades o de usos que no poseen una esencia común pero sí comparten una serie de afinidades o aires de familia. El lenguaje es flexible, adaptable y evolutivo pero se definen a partir de unas reglas. Estas reglas determinan y fijan el significado de las palabras con arreglo a los usos. Las reglas del juego son comunes y públicas. El significado se explica enseñando a usar las expresiones, el significado de una palabra en su uso en el lenguaje. A diferencia del 1º Wittgenstein, el nombre puede tener un uso, y por tanto un significado, aún habiendo desaparecido lo nombrado.

Los seguidores del 2º Wittgenstein se plantean la cuestión de la intención con la que usamos el lenguaje. Grice considera que lo que mueve al hablante a establecer comunicación con el oyente es la intención de provocar en él una respuesta por medio del reconocimiento de su propia intención. Distingue entre dos tipos de preferencias lingüísticas:

• Exhibitivas: pretende impartir una creencia u opinión al oyente.
• Protrépticas: se pretende inculcar en el oyente una actitud o disposición a comportarse de determinada manera.

Austin intenta sistematizar de algún modo la sugerencia de Wittgenstein acerca de los juegos lingüísticos. Distingue 3 tipos de actos en el uso de la lengua según la intención del habla:

• Acto locutivo: decimos algo.
• Acto ilocutivo: llamamos la atención sobre algo.
• Acto perlocutivo: se pretende conseguir un efecto en el receptor.