Explorando 'En el principio' de Blas de Otero: Poesía, Existencialismo y Compromiso Social
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El poema «En el principio», una de las piezas más emblemáticas de Blas de Otero, nos sumerge en la profunda reflexión de un autor cuya vida y obra estuvieron intrínsecamente ligadas a las circunstancias históricas y personales de su tiempo. Este documento ofrece una aproximación a la figura del poeta y a la esencia de este significativo poema, enmarcado en su etapa de poesía social.
Biografía de Blas de Otero
Blas de Otero Muñoz nació el 15 de marzo de 1916 en Bilbao y falleció a causa de una embolia pulmonar el 29 de junio de 1979 en Majadahonda (Madrid). Fue una figura central de la poesía española de posguerra, adscrito a la generación de la poesía social de los años cincuenta, de la cual fue uno de sus más destacados representantes.
Otero fue un poeta profundamente existencialista, cuya obra estuvo marcada por las vivencias y el contexto histórico que le tocó experimentar. Su trayectoria literaria se suele dividir en tres etapas principales:
- Etapa religiosa: Caracterizada por una búsqueda espiritual intensa.
- Etapa existencialista: Donde predominan la angustia, la soledad y la reflexión sobre el sentido de la vida.
- Etapa social: En la que su poesía se convierte en un instrumento de denuncia y compromiso con la realidad de su tiempo.
El poema «En el principio», objeto de este estudio, forma parte de su célebre libro «Pido la paz y la palabra» (publicado en 1955), y se inscribe plenamente en su tercera etapa literaria: la poesía social.
Tema Central del Poema
La idea central de «En el principio» radica en la trascendental importancia de la poesía y la palabra frente a toda adversidad vital. El poema subraya cómo la expresión poética puede ser un refugio y una herramienta de resistencia en los momentos más duros del presente.
Estructura y Significado por Estrofas
El poema se articula en tres estrofas, cada una de las cuales culmina con el verso recurrente y poderoso: «Me queda la palabra». Este verso adquiere su pleno sentido gracias a dos oraciones concesivas iniciales (como «Si he perdido» o «Aunque he perdido»), que establecen un contraste entre la pérdida y la persistencia de la voz poética. Cada estrofa coincide con una de las tres partes que dividen el poema:
Primera Estrofa: La Reflexión Universal
En esta primera estrofa, el poeta, desde el «yo» lírico, aborda una reflexión más general sobre la condición humana. A pesar de la pérdida de las ganas de vivir y de todo lo que se poseía, y aunque uno se vea impedido de hablar, la poesía permanece como un último recurso. El poeta reflexiona sobre la vida y el tiempo, reconociendo haber malgastado parte de su existencia, pero sin darse por vencido, pues aún le resta el poder de la palabra.
Segunda Estrofa: El Dolor Personal
En esta segunda parte, el poeta se centra en un dolor más íntimo y personal. Transmite sus sufrimientos y decepciones, como el hambre, la sed o la soledad, y la amarga constatación de que todo cuanto poseía no le ha servido de nada. Expresa su sentimiento de pérdida y de vivir ausente en la sociedad («si he segado las sombras en silencio»). A pesar de este profundo pesimismo y soledad, la palabra sigue siendo su ancla.
Tercera Estrofa: El Compromiso Social
En esta última estrofa, el poeta hace referencia a su dolor ante la imagen desoladora de su patria. Expresa el horror que le produce ver a España sufriendo. Se observa su compromiso y su voz alzada para conseguir una España mejor («si abrí los labios hasta desgarrármelos»). Aunque a menudo la voz del poeta no sea escuchada o valorada, reitera que, pese a todo, le queda la poesía, la palabra como herramienta de cambio y esperanza.
Figuras Retóricas Destacadas
El poema «En el principio» se enriquece con la presencia de abundantes figuras retóricas que refuerzan su mensaje y su intensidad emocional:
- Anáfora: Repetición de la misma palabra o frase al principio de varios versos o enunciados, como en «Si he perdido» (v. 1-3) y «Si abrí los labios» (v. 9-11).
- Comparación: Establecimiento de una relación de semejanza entre dos elementos, como en «Como un anillo al agua» (v. 2).
- Antítesis: Contraposición de dos ideas, expresiones o palabras, como en «he perdido» frente a «me queda», que subraya la dualidad de la pérdida y la persistencia.