Explorando el Surrealismo y el Pictorialismo: Dos Movimientos Artísticos Clave

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Surrealismo: Liberando el Inconsciente

Francia fue la cuna del surrealismo. Una de sus misiones principales fue liberar el inconsciente reprimido, plasmando en la pintura el mundo interior, lo subconsciente y surreal: los miedos, las fobias y las obsesiones que anidan en lo profundo de la mente humana. El creador surrealista debía dejarse llevar por sus impulsos para lograr un arte absolutamente libre; la razón no debía interferir, siendo la obra producto de un automatismo inconsciente.

El surrealismo procedió a la conversión del Dadaísmo, cambiando su acción enteramente negativa en acto constructivo. Propugnó la teoría de lo irracional y lo inconsciente en el arte. Sus imágenes traducen las obsesiones y los complejos del subconsciente.

Joan Miró: Un Surrealista Independiente

En un principio, Joan Miró recibió la influencia del fauvismo y realizó una serie de lienzos ricos en color y abundantes en manchas, fluctuantes levemente empastadas. También recibió influencias del cubismo. En 1924 conoció a André Bretón y entró en el movimiento surrealista, aunque manteniendo cierta independencia. Miró partía de la memoria, de la fantasía y de lo irracional para crear obras que son transposiciones visuales de la poesía surrealista.

Pictorialismo: Fotografía con Alma Artística

El pictorialismo es una corriente fotográfica de pretensiones artísticas que se desarrolló a nivel mundial entre finales de los años 1880 y el final de la Primera Guerra Mundial. Aunque por asociación cacofónica uno podría pensar que esta vanguardia de la fotografía tiene una relación íntima con la pintura, el pictorialismo fue una estética fotográfica que intentó separarse radicalmente de la pintura y de la fotografía academicista.

Su objetivo fue que la fotografía alcanzara el mismo rango de arte que la pintura y la escultura, captando una imagen de la realidad un tanto filtrada por la mirada y ciertos artilugios usados por el fotógrafo. Paradójicamente, más que una imagen de la realidad, la fotografía pictorialista simula un cuadro hecho a carbonilla por un artista del hiperrealismo.

Los críticos se esmeran por encasillar al pictorialismo como una hermana menor de la pintura impresionista, ya que las imágenes que se representaban plasmaban distintos estados del alma del fotógrafo. Esta vanguardia de la fotografía fue muy popular en Europa, Estados Unidos y Japón hasta la llegada de la Primera Guerra y se alzó como un movimiento en contra de la fotografía de principiantes y la emergente comercialización de la disciplina.

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