Explorando los Tipos de Saberes y la Justificación de Creencias

Clasificado en Filosofía y ética

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1. Diversidad de saberes

Se corresponden con la distinción aristotélica entre saberes teóricos y técnicos (o prácticos/productivos):

  • Saber teórico: Implica el conocimiento de la realidad por sí mismo (episteme).
  • Saber técnico/práctico: Se orienta a la acción o a la producción y creación de cosas (techné y poiesis, las artes y la producción).

Los saberes son el conjunto de estrategias e instrumentos que utilizamos para adaptarnos al medio, transformarlo y ponerlo a nuestro alcance.

El Saber Teórico: La Filosofía

La filosofía se enmarca dentro del saber teórico. Es un saber sobre las cosas que el ser humano desarrolla, junto con las mitologías, las religiones, el saber científico, las creaciones literarias, la visión del mundo del conocimiento común y el imaginario colectivo. Es un modo de representación: el ser humano necesita representar qué es el mundo y qué es él mismo para el mundo. Para esto, cuenta con una serie de capacidades que se incardinan en el mundo cultural. Los saberes son, por tanto, formas culturales: modos de interpretar, representar y sentir la realidad. (Relacionado con la definición de mito del Tema 1).

Comparación con Mitología y Religión

Esta totalidad —que abarca conocimiento y vivencia— acerca la filosofía a las mitologías y la religión, aunque establecer límites claros entre ellas es difícil.

La religión no busca principalmente explicar la realidad, sino salvar al ser humano de una situación presente considerada negativa o mejorable. La salvación se busca a través de un conjunto de prácticas y creencias.

Saberes Racionales: Ciencia y Filosofía

Existen dos clases principales de saberes racionales: la ciencia y la filosofía. Ambos están basados fundamentalmente en la razón, a diferencia de los saberes religiosos, que a menudo se apoyan más en sentimientos, emociones, fe y deseos. Aunque la razón no es el fundamento principal de la religión, en los saberes racionales también pueden intervenir aspectos no estrictamente racionales.

2. Justificación de las creencias

Solo puede saberse aquello que es verdad. Para entender esto, primero debemos distinguir entre verdad y certeza por un lado, y saber y creencia por otro.

  • Certeza: Es un estado subjetivo, el convencimiento personal de que una afirmación es verdadera. Sin embargo, nuestra convicción no convierte necesariamente en verdadera la proposición afirmada. La verdad, en este sentido, aspira a ser objetiva.
  • Creencia: También es un estado subjetivo, pero generalmente implica menor seguridad que la certeza. El saber, idealmente, no admite grados (se sabe o no se sabe), mientras que la creencia puede ser más o menos intensa. La fuerza de una creencia suele depender de las razones o justificaciones que podamos aportar para defenderla.

Los hechos requieren pruebas asociadas mediante el razonamiento para determinar su verdad. Por lo tanto, es necesario recurrir a dichas pruebas para demostrar afirmaciones sobre hechos.

Fuentes de conocimiento y grados de credibilidad

Nuestros conocimientos provienen de diferentes fuentes, cada una con distintos grados de credibilidad:

  1. La experiencia sensible: Muchos conocimientos los adquirimos a través de nuestras percepciones sensoriales. Generalmente damos crédito a nuestros sentidos, pero estos no son infalibles y pueden engañarnos. Por eso se dice que la experiencia sensible, por sí sola, no siempre proporciona una prueba concluyente de verdad.
  2. Las informaciones recibidas de otros: Gran parte de lo que sabemos lo aprendemos de otras personas o fuentes (libros, medios, etc.). Los argumentos que apelan a la autoridad de la fuente exigen una justificación. La autoridad es una fuente derivada que resulta imprescindible en la adquisición de conocimiento, pero para aceptarla debemos tener buenas razones para confiar en ella. Son de este tipo, por ejemplo, muchos conocimientos religiosos aprendidos por la fe, aceptados por la autoridad divina o eclesiástica.
  3. Las inferencias o razonamientos: Muchos de nuestros saberes provienen de deducciones e inducciones que realizamos nosotros mismos a partir de información previa. La mayoría de las pruebas y demostraciones, especialmente en ciencia y filosofía, están basadas en razonamientos lógicos.

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