Explorando el Universo Creativo de Gaudí: Obras, Estilo y Legado
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Antonio Gaudí: Un Genio Arquitectónico
Antonio Gaudí (1852-1926) nació en Camp, cerca de Tarragona, y estudió en Barcelona, donde se estableció. Allí continuó sus estudios e ingresó en el colegio de los Escolapios. En la Escuela de Arquitectura se formó en la Renaixença y en el racionalismo histórico. Como estudiante, le causó un gran impacto una colección de fotografías de edificios orientales. Sus proyectos de estudiante son desiguales, ya que hacía lo que el profesor quería. En 1874, realizó una puerta para un cementerio de carácter neorrománico, con cierta originalidad, un remate escalonado y la robustez y monumentalidad de un arco del triunfo. En 1875, creó una fuente mezcla de románico y musulmán. En 1877, un paraninfo con una gran cúpula y linterna con ventanales.
Primeros Reconocimientos y la Influencia de Güell
En 1878, se celebró una exposición internacional en París, y en el pabellón de Cataluña, Gaudí expuso algunos muebles y tejidos. Sus diseños llamaron la atención de Eusebi Güell, un industrial catalán, lo que le dio cierto prestigio.
Etapa Mudéjar y Modernista
Casa Vicens (1883-1885)
La Casa Vicens, en Barcelona, fue encargada por un industrial que fabricaba ladrillos y azulejos, con la condición de usar muchos azulejos. En este edificio, comienza la etapa mudéjar de Gaudí, una etapa más bien modernista. El edificio es una casa burguesa con jardín, en las afueras de la ciudad, con varias plantas. Se trata de un edificio de carácter pintoresco, de planta libre, donde la salida de las chimeneas y respiraderos se convierte en esculturas. También crea diferentes arcos, una mezcla de entrelazados y luneros. Utiliza muchos azulejos y celosías. Además, se inspira en el palmito mediterráneo para crear las rejas. Está claramente inspirado en el arte mudéjar, pero no lo copia. Juega con los materiales y los acabados en las cornisas. Es una obra de arte total, donde diseña hasta los azulejos. En el interior, crea galerías y cúpulas inspiradas en elementos árabes. Todo es una explosión de imaginación y ornamentación. El jardín tiene una fuente musical y un pabellón inspirado en las tumbas fatimíes, con un estilo anglo-chino. Los salones tienen decoraciones vegetales y de pájaros. Quizás el resultado es coherente, pero muy variado. La sala de fumadores está inspirada en los mocárabes de la Alhambra, pero no son mocárabes.
El Capricho (1883-1885)
El Capricho, en Comillas (Santander), es una casita de campo para un burgués que quería un lugar para alejarse de la vida cotidiana. Tiene una planta completamente libre y llama la atención la torre mirador, inspirada en las mezquitas de Bagdad y El Cairo. Crea una torre de interpretación muy libre, con diferentes terrazas. La decoración es de flores e inspiración natural. También es muy libre la interpretación de los decorados. El portal tiene algunas reminiscencias romanas, pero ni son arcos de medio punto, ni los capiteles son de un orden reconocible (son de decoraciones vegetales diseñadas por él). Destacan el tratamiento del hierro en las verjas, y el de las paredes, algunas con ladrillo visto y muchas otras distintas, con mucha variedad de texturas. También son originales los muebles.
Finca Güell (1884-1887)
La Finca Güell, en la periferia de Barcelona, es una finca a la que añade algunos elementos y reforma otros. Cambia la casa del vigilante, diseña las rejas y pone el establo. Es de un perfil muy pintoresco. La reja es una de sus obras más famosas: representa un dragón, muy estilizado, símbolo de la Renaixença catalana. Se ha dicho de Gaudí que es el primer escultor moderno por todos los remates de sus edificios, que son arquitecturas abstractas. También fue un gran constructor de cúpulas, muy diversas, y de diseño suyo. Además, las remata con linternas, o similares, que parecen esculturas abstractas.
Palacio Güell (1886-1890)
El Palacio Güell es considerado por muchos historiadores como una obra de plenitud, aunque en ella dará algunos pasos atrás. Su fuente de inspiración será el gótico, desde una perspectiva de inspiración extremadamente libre, y fundido con elementos de inspiración musulmana. Es un edificio de mucha verticalidad, con espacios que fluyen sin ningún cambio brusco. Se dice que pudo estar inspirado en la Alhambra. El remate es un conjunto de chimeneas y linternas. La fachada es muy geométrica, con vanos rectangulares, pero con las puertas de arcos parabólicos que arrancan desde el suelo, está tratado con piedra. Tiene una clara inspiración en los caravasares de El Cairo. Toma muchos elementos, aunque todos manipulados. Junto a la puerta, hay signos de identidad catalana. Al entrar, nos encontramos con el comedor y su armadura, y una serie de arcos ojivales, pero de una inspiración quizás anterior al gótico, ya que estos arcos ya fueron usados por los egipcios y musulmanes. Todo el edificio está abierto a una qubba (muy empleado en la arquitectura nazarí, e inventada en El Cairo), que es una sala muy alta, en forma de torre, con habitaciones alrededor, en cuyo techo se introduce iluminación indirecta, es como una terraza cubierta. El remate de la cúpula se construyó inspirado en la tumba de Zubayda, en Bagdad, en la que los mocárabes no solo se muestran en el interior, sino que también se vuelcan al exterior, y son perforados, creando un efecto de luces espectacular. Los muebles también eran suyos. En la azotea hay un conjunto de esculturas abstractas, muy creativas y mágicas.
Influencia Gótica y Nuevas Etapas Creativas
Convento y Colegio de Santa Teresa (1888)
El Convento y Colegio de Santa Teresa estaba muy influido por Violet Le-Duc, quien teorizaba que la arquitectura gótica era la más adecuada para el territorio cristiano. Por ello, al encargarle un conjunto de convento y colegio, muestra reminiscencias góticas. La planta es muy simétrica, pero cuando se lo encargaron, el edificio ya estaba empezado y tuvo que seguirlo apoyándose en lo que había. Presenta elementos puntiagudos que recuerdan a los pináculos, los arcos de las ventanas dan una cierta impresión de arcos ojivales. Lo más interesante está en las plantas superiores, en los pasillos, en los que utiliza, por ejemplo, una claraboya para introducir luz, apoyada en unas ménsulas, o en otro pasillo utiliza una sucesión de arcos entre parabólicos y ojivales. Con todo ello, consigue convertir los pasillos en experiencias lumínicas. La capilla quedó inconclusa por peleas con las monjas.
Palacio Episcopal de Astorga
El obispo de Astorga le pidió un proyecto de palacio arzobispal, pero Gaudí no quería viajar, así que mandó los planos y no se ocupó de la obra. Eso no es un rasgo modernista, el arquitecto tenía que estar en todo. Retoma la teoría de Le-Duc y dispone arquitectura gótica. Diseña un castillo medieval, con una planta pintoresca muy articulada, con un goticismo claro, aunque manipulado, que superó con mucho a los diseños de Le-Duc. El edificio ha servido de inspiración de edificios para parques temáticos y películas neogóticas, porque es un edificio que no se desmarca del estilo gótico, pero claramente no es un edificio gótico. Tiene mucho éxito. El interior es una sucesión de salas, de inspiración neomedieval, más anodinas. Aquí se ve claro que él no estuvo a cargo de la obra.
Casa de los Botines (1891-1894)
La Casa de los Botines, en León, fue otro encargo “forzado”. Vuelve al estilo neogótico, un edificio más rutinario y menos creativo, como si no se esforzara tanto en los diseños de edificios lejanos. Tiene algunos detalles como el almohadillado de la fachada.
Casa Calvet (1898-1900)
Pasada esta etapa gótica, entra en otra más creativa. Las fuentes de inspiración van a ser el barroco y el rococó, reinterpretando algunos elementos, añadiendo muchos de su propia cosecha. En la fachada, el remate movido puede recordar a algunos barrocos. Hay elementos claramente barrocos, como algunas columnas salomónicas.
El Modernismo en su Máxima Expresión
Casa Batlló (1904-1906)
En la Casa Batlló, en Barcelona, las reminiscencias historicistas desaparecen, el resultado es un edificio 100% modernista. El edificio está en la “manzana de la discordia”, una de las muchas manzanas del ensanche Cerdá, donde construyen varios arquitectos modernistas. Esto provocó polémica entre los que opinaban que debía haber una arquitectura homogénea, como en el París de Haussmann. Respeta la estructura, pero vacía el edificio, y dispone una sucesión de espacios donde la línea recta está prácticamente extinguida. La fachada está ligeramente arqueada, y recubierta de azulejos, dando reflejos del sol, como los del mar. Los balcones tienen perfiles inspirados en algunas criaturas marinas. El remate del edificio, con ese friso movido, esas tejas que parecen escamas, y ese movimiento, nos recuerda a un dragón, el símbolo de Barcelona. El vestíbulo presenta falsas bóvedas de techo, barandillas de inspiración vegetal, a base de tallos que se pueden interpretar como algas, y el techo es un remolino, cuyo eje es una fantástica lámpara.
Casa Milá o La Pedrera (1906-1910)
La Casa Milá o La Pedrera es su última obra doméstica, y la más famosa. Este edificio son en realidad dos bloques de viviendas, aunque todo presenta un aspecto unitario. Se lo encarga un promotor. El resultado es un movimiento muy sinuoso, con patios irregulares. La estructura es muy compleja, con una estructura de hierro que le permite una gran libertad creativa. En los basamentos usaba arcos parabólicos, de gran solidez. El edificio, además, debía ser el basamento para una gran escultura de una virgen que se debía poner en la azotea. El aspecto sólido y rocoso del edificio era motivado por ello, era como una montaña, con una imagen en la cima. La cubierta blanca simulaba la nieve en la cima de la montaña, con un paisaje de formas abstractas, tan típicas de Gaudí. La reja está inspirada en la vegetación, como las hojas que al caer de los árboles van quedando agrupadas. Las hará Jujol, un discípulo suyo que será un buen arquitecto modernista. El edificio fue tan polémico que provocó una serie de chistes, como el del garaje de los zeppelines. Las figuras de la azotea tienen un aspecto inspirado en las capadocias, un paisaje muy árido, que generaban una serie de columnas. A la entrada, la idea de un río subterráneo se recupera con esas paredes escabrosas. Por estos detalles, algunos le consideran como un pionero de la arquitectura expresionista.
Proyectos Urbanísticos y Religiosos
Parque Güell (1900-1914)
Parque Güell fue otro encargo de Güell. Viajó a Inglaterra y quedó impresionado por las ciudades jardín. Decidió hacer un conjunto de viviendas en una parcela que poseía en la periferia de Barcelona. Lo primero que hace es un parque, con la entrada y un conjunto de caminos sinuosos de libre interpretación del jardín inglés. Al final, solo se construyeron dos casas. Su objetivo era alojar a los amigos de Güell. La entrada se realiza mediante una stoa, después de las escaleras, con varios elementos, como algunos edificios funcionales y las escaleras. La decora con figuras fantásticas, como un camaleón. Están forradas de azulejos. Está decorada con un techado abstracto y colorido. La terraza que hay sobre la stoa presenta un banco con azulejos procedentes de derribos de Barcelona. Es un diseño muy original. En los caminos, el número de esferas es igual al número de perlas de un rosario, para que el que vaya andando pueda ir rezando.
Cripta de la Colonia Güell (1898-1908)
La Cripta de la Colonia Güell era una obra filantrópica y evangelizadora, una iglesia. No la llegó a construir, si no hubiera sido una de sus grandes obras. La obra quedó absolutamente incompleta. Solo se construirá la cripta, las columnas, con un aspecto rústico y tosco, solo al recibir las cargas se podrán sustentar por sí mismas. Son como arcos improvisados, que salen naturalmente.
Sagrada Familia (1883-1926)
La construcción de la Sagrada Familia la emprendió una asociación de católicos seglares que quería construir un templo dedicado a la sagrada familia. Mediante aportaciones particulares, se le encarga un edificio a Villar. Es una mezcla de estilos, un edificio ecléctico. La cripta es de estilo neogótico, y es lo único que se construirá, ya que se peleó con la asociación y dimitió. Así, el proyecto le llega a Gaudí, y él lo acoge con mucho entusiasmo. Le quita poco tiempo de trabajo, ya que la asociación no podía recaudar mucho dinero y las obras iban muy lentas. Gaudí solo dejó de diseñar y cambiar el proyecto a su muerte, era un proceso de continuo cambio. Hay fotos de su estudio, con planos, esculturas, modelados y de todo. Todo es un proceso de labor artesanal. Será en el año 1914 cuando se pone a trabajar ya solo en la Sagrada Familia, sin distracciones. Esta es la fecha en la que se pone fin, oficialmente, al art-nouveau, por el comienzo de la 1ª Guerra Mundial. Sin embargo, en España, que no entra en la guerra, sigue hasta los años 20, cuando se fue diluyendo. Era un proyecto casi disparatadamente ambicioso. Una cosa así casi no podía pagarla un arzobispado, y encima estaba costeado por una asociación. El cimborrio, que se alza sobre el crucero, tiene 170 metros. La planta no recuerda a una catedral gótica. Diseñó una planta en cruz latina con el altar mayor sobre la cripta, rodeado de 7 capillas absidales; frente al altar, un crucero de 3 naves, con los portales del nacimiento y la pasión; en sentido longitudinal, el cuerpo central, de 5 naves, con el portal de la gloria. La planta tiene unas dimensiones de 110 x 80 metros; la zona edificada tendrá una superficie total de 4.500 m². Su capacidad será de 14.000 personas. El conjunto incluirá, además: un claustro que circundará la iglesia, previsto para la realización de procesiones y para aislar el templo del exterior; junto al presbiterio estarán las sacristías y, entre ellas, la capilla de la asunción; a los pies de la iglesia, las grandes capillas circulares del bautismo y la penitencia; interiormente, el templo dispondrá de triforios o galerías para cantores. El templo tendrá 18 torres, 4 en cada una de las 3 puertas, haciendo un total de 12 por los apóstoles, en el centro la torre cimborrio dedicada a Jesús, de 170 metros de altura, otras 4 de los evangelistas alrededor de la torre cimborrio, y sobre el ábside otro cimborrio dedicado a la virgen. Las torres tienen perfil parabólico, y disponen de unas escaleras helicoidales que dejan la parte central hueca para situar allí unas campanas tubulares dispuestas como carillón. En el interior del templo, Gaudí evolucionó de un primer proyecto gótico hacia un estilo personal, orgánico, inspirado en las formas de la naturaleza: para librarse de los contrafuertes góticos, ideó el uso de columnas en forma de tronco de árbol, que permiten descargar el peso de las cubiertas directamente en el suelo, solución práctica a la vez que estética, ya que convierte el interior de las naves del templo en un espacio orgánico que semeja un bosque. Con esta obra, Gaudí acabó de separarse totalmente de las tendencias europeas, pues parecía que había renunciado a las nuevas técnicas y materiales, mientras se dedicaba a la elaboración de un curioso mundo ornamental, de formas simbólicas y de naturalismo desbordante.