Explorando la Vivencia Cristiana desde la Psicología

Clasificado en Religión

Escrito el en español con un tamaño de 2,38 KB

Psicología de la Vivencia Cristiana

31. Razones para un Estudio Psico-Sociológico de la Vivencia Cristiana

Una de las razones para su estudio es la intensa calidad humana (espiritual y religiosa) que se descubre en esta experiencia, así como su tremenda heterogeneidad de formas en las que se manifiesta, a menudo contradictorias entre sí.

Otra de las razones es la relación que se ha establecido históricamente entre las palabras "cristianismo" e "iglesia" con la religiosidad, o con la palabra "religión".

Finalmente, un punto fundamental es la Biblia, que nos invita a observar y comprender la vivencia del fenómeno religioso.

33. Descripción Fenomenológica de la Experiencia Cristiana Inmediata

La Experiencia de la Fraternidad y Comunidad

A raíz de la muerte de Jesús y de los acontecimientos del encuentro con el Resucitado en Jerusalén, surge una doble experiencia: la fraternidad y la fuerza del Espíritu Santo.

En cuanto a la fraternidad, el hallazgo de esta por parte de los creyentes (siempre encarnada en una pequeña comunidad eclesial) constituye la experiencia básica que definirá su vida. En ella situará la única religiosidad válida para él: la que ofrece Dios mismo y se manifiesta a través del amor generoso, tierno, absolutamente respetuoso de las libertades y comprometido en todo momento.

34. La Fuerza del Espíritu

Esta experiencia puede situarse dentro de lo Sacro, pues es la constatación de una fuerza "que viene de lo alto". Aunque esta acción tiene un nombre personal, el Espíritu de Jesús, adquiere la categoría de una presencia habitual.

El creyente que se siente partícipe de la obra creadora y recreadora de la humanidad experimentará entonces dos impresiones aparentemente contrapuestas: la impresión de riesgo (incluso temor) y, a la vez, la impresión de seguridad (al contar con la fuerza de un Dios poderoso).

35. La Comunión Cristiana con Dios

Se establece en dos dimensiones muy cercanas entre sí: primera, la vivencia de la experiencia bíblica primordial, que es la experiencia de la temporalidad de la acción de Dios; y segunda, la experiencia de la comunión mística que se produce en el contexto de la relación interpersonal con Jesús Resucitado.

Ambas dimensiones significan la concreción, la extensión y la hondura de la experiencia religiosa cristiana.

Entradas relacionadas: