Expresionismo y Futurismo: Impacto y Filosofía de las Vanguardias del Siglo XX
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Expresionismo: La Voz Interior del Arte
El Expresionismo es un movimiento artístico surgido a principios del siglo XX en Alemania. Este comparte ciertas características con el Surrealismo, ya que ambos buscan, de alguna manera, trascender la supuesta realidad objetiva "externa" para concentrarse en lo que acontece en el interior del ser.
Más que un movimiento, el Expresionismo se percibe como una necesidad: la imperiosa necesidad de los artistas de manifestar su pesimismo, su deshumanización y sus emociones ante una realidad que ya no se presentaba estructurada, sino cambiante, confusa e incluso aterradora, como se evidenció claramente tras la Primera Guerra Mundial.
El "mundo real" que se muestra en las obras expresionistas es una simple excusa utilizada para plasmar lo que el autor desea expresar: sus sentimientos más profundos. La realidad se experimentaba desde el interior del individuo, y es precisamente eso lo que los expresionistas buscan mostrar: sus reacciones y expresiones internas frente a esa realidad.
Futurismo: La Celebración de la Velocidad y el Progreso
El Futurismo es una vanguardia fundada alrededor de 1909 en Italia por su principal representante, Filippo Tommaso Marinetti, quien ese mismo año escribió el manifiesto de este movimiento.
Este movimiento, fuertemente vinculado con el fascismo, reflejó claramente la concepción futurista de la guerra. Los futuristas veían la guerra como un mecanismo de higiene social, que permitiría que solo sobrevivieran los más aptos, los más "fuertes". Estos serían los encargados de llevar al mundo hacia el progreso.
Un progreso que los futuristas vinculaban estrechamente con los avances tecnológicos: las máquinas y los automóviles eran considerados el motor del progreso, el impulso que haría posible su realización. Como toda vanguardia, buscaban romper con todo el arte del pasado, y en el caso del Futurismo, también con el del presente.
En cuanto a la estructura literaria, los futuristas solo utilizaban verbos en infinitivo, ya que estos daban la idea de continuidad. Evitaban el uso de adjetivos y adverbios, pues, supuestamente, entorpecían la lectura y restaban la esencia de continuidad y proyección hacia el futuro que debían poseer los textos futuristas.