Expresionismo: Vanguardias Artísticas del Siglo XX
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El expresionismo se ubica dentro de las denominadas Primeras Vanguardias: movimientos creativos esencialmente pictóricos que aparecieron desde 1905 hasta 1945, y se caracterizan porque cuestionaban y negaban el arte del pasado y proponían como alternativa nuevos lenguajes basados en la experimentación constante de materiales y técnicas.
El expresionismo aglutina en su génesis parte de la filosofía nihilista de Nietzsche, la vigorosidad de algunos cuadros de Van Gogh y la angustia vital que aparece en la obra pictórica del noruego Edvard Munch. Con estos referentes, el expresionismo reflejó, de modo vehemente, crítico y a veces cruel, la atmósfera sociopolítica que precedió al estallido de la Primera Guerra Mundial, de terribles consecuencias.
El expresionismo, que incorporó rasgos estilísticos del arte negroafricano, dio preponderancia a las líneas quebradas y a las formas curvas y angulosas. Así consigue una esquematización formal que imprime a la obra un carácter agresivo y angustiado, que se intensifica con el uso de colores exaltados y muy contrastados.
Dentro de este movimiento de carácter eminentemente germánico, se distinguen dos grupos:
- Die Brücke (El Puente), surgido en Dresde en 1905 y formado principalmente por Ernst Ludwing Kirchner y Erick Heckel.
- Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), fundado en Múnich en 1910 y liderado por Wassily Kandinsky y Franz Marc.
Dentro del expresionismo, en la década de 1920, apareció una tercera etapa llamada Nueva Objetividad. Los artistas de este tercer expresionismo utilizaron el detalle meticuloso para construir una realidad figurativa ácida y desgarrada que expresaba, con voluntad de denuncia, la soledad, el horror y la angustia del hombre de la posguerra. Los principales representantes de esta tendencia fueron Otto Dix y Max Beckmann, pero con la llegada del nazismo, en la década de 1930, su obra quedó relegada al olvido.
También debe señalarse otro importante foco del expresionismo en Viena, en el que sobresalen Egon Schiele y Oskar Kokoschka. El primero pinta la figura humana atormentada, desesperada y trágica. El segundo se decanta más por el paisaje, género con el que muestra agitadas visiones de ciudades europeas, y por el retrato psicológico.