Extremadura: Administración, Economía y Sociedad entre el Antiguo Régimen y el Siglo XVIII
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Extremadura en el Antiguo Régimen
Extremadura fue considerada una Intendencia. La capitalidad de la Intendencia la ostentaba Badajoz y al frente de la misma aparecieron sucesivos intendentes, destacando de entre ellos Pablo de Olavide. Estos siempre actuaban en nombre y por mandato del Rey y se encargaban de la Hacienda, del Gobierno y de la Justicia.
Desde la Intendencia de Badajoz se intentó llevar a cabo proyectos de Reforma Agraria para Extremadura. Este proyecto perdería toda importancia cuando Pablo de Olavide fue encausado por la Inquisición.
Además de todo esto, en la región se creó una Capitanía General. La misión del Capitán General, como el de otras Capitanías españolas, era ostentar el mando militar de las tropas de Extremadura, el gobierno y la vigilancia de la provincia y la inspección de los corregidores y alcaldes.
Asimismo, se creó la Real Audiencia de Extremadura, ubicada en Cáceres. A partir de ese momento, la justicia extremeña dejaba de depender de las Chancillerías de Valladolid y de Granada y se hacía autónoma.
Extremadura en el Siglo XVIII
Extremadura fue durante todo el siglo XVIII un territorio aislado, mal comunicado y escasamente conocido.
Las villas y ciudades extremeñas se distinguían por:
- La ausencia de iniciativas económicas.
- Su bajo nivel cultural.
- La escasez de ferias y mercados.
- La frecuencia de conflictos entre agricultores y ganaderos mesteños.
Agricultura y Ganadería
La economía extremeña era eminentemente agraria, con predominio del sector ganadero. Esto se debía a:
- Abundancia de campos poco fértiles.
- Una estructura de la propiedad de la tierra concentrada en manos de la nobleza terrateniente.
- Grandes privilegios concedidos a la Mesta, con vastas extensiones de tierra dedicadas a pastos.
- Un descenso en la extensión de las tierras dedicadas al cultivo.
Comercio y Artesanía
En general, la importancia del sector primario determinó que el resto de actividades quedaran relegadas a una posición apenas testimonial, aunque en algunas localidades la actividad mercantil fue más intensa. Algunas localidades mantenían a finales del siglo XVIII una relativa actividad artesanal.
Aspectos Demográficos
Aunque la región experimentó un crecimiento demográfico positivo a lo largo del siglo XVIII, la información que proporciona el Censo de Floridablanca permite constatar la escasez de efectivos humanos. Con una población total de 412.000 habitantes y una densidad de 9,52 hab/km², la tasa de natalidad oscilaba entre el 35 y el 45 por mil (‰).
Aspectos Sociales
En la Extremadura del siglo XVIII, el 75% de las personas eran jornaleros, es decir, campesinos sin tierras que aspiraban a tener una parcela propia pero se veían obligados a depender del trabajo de sus brazos; de aquí la denominación de braceros.
El resto de la población del campo, siempre minoritaria, eran los campesinos medios, que poseían parcelas labradas por medios tradicionales, y los aparceros, que tenían arrendadas tierras a los grandes propietarios.
Los grandes propietarios eran los nobles y la Iglesia, que representaban un mínimo porcentaje del campo extremeño.