Extremadura: Retos Históricos y Desarrollo Económico Regional
Clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 3,53 KB
El Retraso Económico de Extremadura: Orígenes y Primeros Intentos de Mejora
La economía extremeña acusó con mayor virulencia la pobreza y el atraso. Desde el siglo XVIII, la región quedó fuera de las nuevas medidas económicas y, a su vez, fuera de un incipiente circuito mercantil interior, con excepciones como el comercio de la lana.
Se intentaron tomar algunas medidas; por ejemplo, desde 1833 se pusieron de nuevo en funcionamiento las Sociedades Económicas de Amigos del País y las ferias ganaderas, así como la selección de razas de ganado. La paz con Portugal y la mejora de las comunicaciones permitieron un desarrollo comercial en ciudades como Badajoz y Zafra.
Barreras a la Industrialización
A pesar de estos esfuerzos, la llegada de la Revolución Industrial a Extremadura enfrentó importantes obstáculos:
- Agricultura atrasada, con crisis de subsistencia recurrentes.
- Predominio de grandes latifundios o muy pequeñas propiedades.
- Los jornaleros, que se irían convirtiendo en el mayor problema social de la región.
- El absentismo económico y político de los grandes propietarios extremeños.
Las ciudades extremeñas, por su parte, siguieron teniendo una vida económica anémica y sin apenas desarrollo industrial.
La Agricultura y las Desamortizaciones en Extremadura
En el ámbito agrícola, las desamortizaciones tuvieron un impacto significativo. La nobleza conservó e incluso aumentó sus posesiones gracias a la política liberal.
- Entre 1820 y 1823, el valor de las tierras vendidas fue de 60 millones.
- Entre 1838 y 1845, esta cifra ascendió a 214 millones.
En 1855, se inició un segundo proceso desamortizador, que generó protestas de algunos diputados y de vecinos de los pueblos que veían cómo se les quitaba su patrimonio. El monto de esta segunda desamortización fue de 800 millones, lanzándose al mercado unas 30.000 fincas rústicas y alrededor de otras 3.000 urbanas.
Transformación Social y Propiedad de la Tierra
En cuanto a los grupos sociales que adquirieron estas tierras, la mayoría eran ya propietarios de la región, aunque también hubo participación de individuos ajenos a Extremadura. La burguesía urbana compró la mayor parte de las tierras desamortizadas, con una notable participación de personajes foráneos. La oligarquía rural cacereña y los labradores ricos también se llevaron una parte muy importante del total.
Este proceso creó una clase todavía más importante de latifundistas absentistas. Además, aunque aumentó el número de pequeños propietarios, también creció significativamente el número de jornaleros, es decir, campesinos sin tierras.
El Fracaso de la Industrialización y sus Consecuencias Sociales
Los datos son elocuentes: en 1860, el 80% de la población activa extremeña trabajaba en la agricultura. Esto habla del fracaso o, mejor dicho, de la inexistencia de una revolución industrial en Extremadura.
Consecuencias Sociales y Asistenciales
El aumento de la mendicidad, consecuencia directa de esta situación económica y social, llevó a la creación de juntas de caridad y, posteriormente, a la fundación de cajas de ahorros y montes de piedad, como mecanismos para paliar las necesidades más urgentes de la población.