Fábulas Clásicas y sus Moralejas: Sabiduría sobre la Virtud y la Fortuna
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Colección de Fábulas Clásicas con Grandes Enseñanzas
Los Pescadores
Unos pescadores salieron a pescar; tras pasar por muchas fatigas durante mucho tiempo no cogieron nada, estaban fuertemente desanimados y se disponían a regresar. De repente, un atún, perseguido por unos peces enormes, saltó al barco de estos. Ellos, tras cogerlo, regresaron con satisfacción.
La fábula demuestra que muchas veces, lo que no ha proporcionado la habilidad, eso lo ofrece la fortuna.
La Zorra y el Maniquí
Una zorra, tras entrar en la casa de un citaredo y tras inspeccionar cada uno de sus aparejos, encontró una cabeza de maniquí bellamente labrada. Y tras levantarla con sus propias manos dijo: "¡Qué cabeza, y no tiene cerebro!".
La fábula es para hombres bien dotados en su cuerpo pero insensatos en su alma.
La Corneja y el Perro
Una corneja que hacía un sacrificio para Atenea llamó a un perro para el banquete. Y este le dijo a ella: "¿Por qué malgastas estérilmente los sacrificios? Pues la divinidad te odia de tal manera que incluso ha quitado credibilidad a tus presagios". Y la corneja respondió: "Pero por eso también hago sacrificios a la diosa, porque sé que ella está enojada, para que se reconcilie conmigo".
Así muchos, por miedo, no vacilan en beneficiar a los enemigos.
La Leona y la Zorra
Una leona injuriada por una zorra de no parir generalmente más que una cría, dijo: "Uno paro, pero león".
La historia demuestra que lo hermoso no está en la cantidad sino en la virtud.
La Golondrina y la Corneja
Una golondrina y una corneja rivalizaban sobre la belleza. Y la corneja como respuesta le dijo a ella: "Pero tu belleza florece durante la estación primaveral, y mi cuerpo resiste incluso al invierno".
La historia demuestra que la resistencia del cuerpo es más hermosa que la buena imagen.
El Oso y la Zorra
Un oso se vanagloriaba ostensiblemente de ser amigo del hombre, porque no se comía un cuerpo muerto. La zorra le dijo a él: "¡Ojalá arrebataras muertos, y no a los que están vivos!".
Esta fábula censura como ambiciosos a los que viven en la hipocresía y en la vanagloria.