Fábulas Clásicas: Reflexiones sobre la Naturaleza Humana y el Destino

Fábulas Clásicas y sus Enseñanzas

El Etíope

Un hombre compró un esclavo etíope, creyendo que su color oscuro se debía al descuido de su anterior dueño. Al llevarlo a su casa, intentó lavarlo con todo tipo de jabones y baños, pero no logró cambiar su color. Lo único que consiguió fue enfermarlo.

Moraleja: Esta fábula muestra que las naturalezas se mantienen como fueron al principio; lo innato no se puede cambiar.

El Hombre Entrecano y las Prostitutas

Un hombre canoso tenía dos amantes, una joven y otra mayor. La mayor le arrancaba los pelos negros, queriéndolo ver completamente canoso, mientras que la joven le quitaba las canas, para disimular que tenía un amante mayor. De este modo, lo dejaron calvo, convirtiéndolo en objeto de burla.

Moraleja: Es digno de compasión quien cae en manos de mujeres, pues la mujer se asemeja al mar: a veces calmada y sonriente, otras veces asfixiante. (Esta interpretación puede ser misógina; una interpretación alternativa es que el hombre es víctima de sus propias vanidades y de las manipulaciones ajenas).

El Asesino

Un hombre que había cometido un asesinato era perseguido por los familiares de la víctima. Al llegar al río Nilo, un lobo lo asustó, obligándolo a subir a un árbol. Allí, una serpiente lo amenazó, haciéndolo saltar al río, donde un cocodrilo lo devoró.

Moraleja: Para los hombres malditos, no hay lugar seguro, ni en la tierra, ni en el aire, ni en el agua. El destino alcanza a aquellos que han cometido actos terribles.

El Jinete Calvo

Un hombre calvo, que usaba peluca, montaba a caballo. El viento sopló y le quitó la peluca, provocando la risa de los presentes. El jinete, deteniéndose, dijo: "¿Por qué se extrañan de que unos cabellos ajenos huyan de mí, si incluso abandonaron a aquel a quien pertenecían por nacimiento?".

Moraleja: No hay que apenarse por las desgracias, pues lo que no se obtuvo de la naturaleza al nacer, no permanece. Vinimos desnudos al mundo, y desnudos nos marcharemos.

El Sol y las Ranas

Se celebraban las bodas del Sol. Todos los animales se alegraban, incluidas las ranas. Pero una de ellas exclamó: "Desgraciadas, ¿por qué se alegran? Si el Sol, siendo uno solo, ya seca los pantanos, ¿qué sucederá si tiene un hijo semejante a él?".

Moraleja: Muchos se alegran por hechos que, en realidad, no deberían causar alegría. Es importante reflexionar antes de celebrar.

La Camella que Descargaba el Vientre en un Río

Una camella cruzaba un río de corriente rápida. Al defecar, vio cómo sus excrementos eran arrastrados por la corriente y la adelantaban. La camella dijo: "¿Qué es esto? ¡Lo que estaba detrás de mí ahora pasa delante!".

Moraleja: Esta fábula se aplica a situaciones en las que personas insensatas e inferiores ocupan el poder, en lugar de aquellos que son sensatos y superiores.