Fábulas de Esopo: Lecciones de la Vida Antigua

Bueyes y Ejes: Unos bueyes arrastraban un carro. Y chirriando el eje, ellos volviéndose hacia él decían: Eh tú, ¿mientras nosotros llevamos todo el peso tú te quejas?

Mujer y Gallina: Una mujer viuda que tenía una gallina que ponía un huevo cada día creyó que si echaba más comida a ella también pondría 2 veces al día. Y así pues haciendo ella eso sucedió que la gallina habiendo llegado a ser gorda ya no puso nunca más.

Viejo y Muerte: Un viejo una vez habiendo talado unos troncos y llevándolos recorrió un largo camino. Por la fatiga del camino habiendo... Y habiéndose quitado de encima la carga por la fatiga del camino, llamaba en su auxilio a la Muerte. Y habiendo aparecido la Muerte y tras preguntar por qué causa lo llamaba, decía: Para que me levantes la carga.

Campesino y Serpiente: Un campesino habiendo hallado una serpiente helada por el frío en la estación de invierno habiéndose compadecido de esta y habiéndola cogido la puso debajo de su regazo. Y ella calentándose y habiendo recobrado el aspecto natural picó a su bienhechor y lo mató.

Hormiga y Cigarra: En la estación de invierno habiéndose humedecido el trigo, las hormigas lo sacaban a airearlo. Y una cigarra hambrienta les pedía comida. Y las hormigas le dijeron: ¿Por qué no recogías comida en verano? Ella dijo: No estaba ociosa sino que cantaba musicalmente. Ellas tras reírse dijeron: Pues si en verano cantabas, en invierno baila.

Hortelano y Perro: Un perro de un hortelano cayó a un pozo. Este queriendo sacarlo bajó allí. El perro apurado porque se dirigía a él, pensando que sería ahogado por él, lo mordió. Y este tratado mal decía: Pues bien, yo mismo he sufrido lo merecido, pues ¿por qué habiéndome caído tú, intentaba liberarte del peligro?

Cuervo y Serpiente: Un cuervo que necesitaba comida cuando vio una serpiente dormida en un lugar soleado, tras bajar volando se apoderó de ella. Esta habiéndose dado la vuelta y habiéndolo mordido, aquel cuando iba a morir decía: Pues bien yo soy un desgraciado que encontré una presa tan fácil por la cual incluso muero.

Perro, León, Zorra: Un perro de caza que había visto un león lo perseguía: y cuando aquel tras darse la vuelta emitió un rugido, tras sentir un gran terror huyó hacia atrás. Y una zorra que lo había visto decía: Oh cabeza de chorlito, ¿tú perseguías a un león cuyo rugido no aguantaste?

Mosquito y Toro: Un mosquito habiéndose posado en el cuerno de un toro y llevaba allí sentado mucho tiempo. Cuando iba a marcharse preguntó al toro si ya quería que él se marchara. Este respondiendo decía: Pues bien ni cuando viniste me enteré ni si te vas me daré cuenta.