Fábulas Griegas con Moraleja
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El labrador y la serpiente
Un viejo labrador encontró en un invierno una serpiente helada de frío. Compadeciéndose de ella, la cogió y se la puso en el pecho. Aquella, al calentarse y recobrar su propia naturaleza, hirió a su benefactor y lo mató. Y el agricultor, al morir, dijo: “Llevo merecido el castigo por haberme compadecido de un malvado”.
Moraleja: La fábula muestra que los malvados son inmutables, aunque reciban favores.
El labrador y sus hijos
Un labrador, estando a punto de morir y deseando que sus hijos se dedicaran a la agricultura, llamándolos les dijo: “Hijos míos, yo ya voy a abandonar esta vida, pero vosotros vais a encontrar todo lo que hay en la viña, si lo buscáis”. Éstos, por consiguiente, pensando que allí se hallaba oculto un tesoro en alguna parte, removieron toda la tierra de la viña después de la muerte de su padre. Y el tesoro no lo encontraron, pero la viña, bien trabajada, les produjo frutos multiplicados.
Moraleja: La fábula muestra que el esfuerzo es un tesoro para los hombres.
La ingratitud del nogal
Un nogal, situado en un camino, producía abundante fruto. Los transeúntes lo apedreaban con piedras y bastones a causa de las nueces. Y este dijo lamentándose: “¡Desgraciado de mí, que a quienes alegro con mis frutos, por obra de estos recibo a cambio cruel recompensa!”.
Moraleja: La fábula muestra a los desgraciados y malvados, los que ofrecen males a cambio de bienes.
Zeus y la serpiente
Celebrando Zeus sus bodas, todos los animales le llevaron regalos, cada uno según su propia capacidad. Una serpiente subió arrastrándose (al Olimpo) tras coger una rosa en su boca. Y al verla a ella, Zeus le dijo: “De todos los otros cojo los regalos, pero de tu boca no la cojo”.
Moraleja: La fábula muestra que los favores de los malvados son temibles.
La gallina de los huevos de oro
Un hombre tenía una gallina que ponía huevos de oro. Y pensando que dentro de ella había una gran cantidad de oro, la mató, pero encontró que era igual que todas las demás gallinas. De modo que este, esperando encontrar gran cantidad de riqueza, se privó hasta de aquella pequeña ganancia.
Moraleja: La fábula muestra que es conveniente contentarse con lo que se tiene y evitar la insaciable codicia.
El cazador y la perdiz
Un hombre que había cazado una perdiz se disponía a degollarla. Y ella le suplicaba diciéndole: “Deja que viva y, en mi lugar, yo cazaré para ti muchas perdices”. Y él le respondió: “Por esto mismo estoy especialmente dispuesto a sacrificarte, porque a tus parientes y amigos quieres tender trampas”.
Moraleja: No hay nada peor que un traidor.