Fábulas y mitos clásicos: lecciones y aventuras

El león y el ratón

Mientras que el ratón dormía, retozaba por los muros rurales. Uno de los ratones salta casi por casualidad sobre el que duerme. El león, que había sido despertado, cogió al ratón campestre con un rápido ataque. El ratón ruega perdón, dijo: "Fue un error de imprudencia". El rey de la selva ignoró a este y lo dejó escapar. Después de pocos días, el león, que paseaba por la noche, cayó al hoyo. Capturado por lazos, comenzó a rugir con voz grandísima. El león corrió al encuentro de improviso hacia el sonido enorme del león. Dijo: "No debes tener miedo, te devolveré el mismo favor". De nuevo desgasta con los dientes las ataduras y las correas, y suelta los lazos. Así el ratón devolvió a la selva al león capturado.

La zorra y el cuervo

El cuervo tenía en la boca el queso que había visto en el suelo. La zorra ve al cuervo y dijo que este tenía una voz preciosa. Aquel empezó a cantar y el queso cayó al suelo. Entonces la zorra dijo al cuervo que este era el más tonto de todas las aves.

La paloma y la hormiga

Junto a la orilla del río, la paloma levantaba las alas blancas y en la orilla veía una pequeña hormiga. La hormiga suplicaba con muchas lágrimas que la paloma le ayudara a salir del agua. La paloma corta las hierbas que ve en la orilla y da estas a la hormiga. Al punto, la hormiga nadaba y daba muchas gracias a la paloma. Narran que el agricultor veía a la paloma y sin demora disparaba flechas. Pero la hormiga ve al agricultor y le muerde. La flecha del agricultor caía a la tierra, escapada la paloma, todos están contentos.

Teseo

Teseo, con ayuda del hilo que le había dado Ariadna, había matado al minotauro. Él llevaba a esta a su patria y soñó que el dios Baco mandó abandonar a Ariadna en la isla, y ha abandonado a esta que duerme. Abandonada Ariadna, Teseo no cambió las velas negras y Egeo, creyendo que Teseo había sido matado por el minotauro, se precipitó hacia el mar del mal. El mar ha sido llamado Egeo.

Europa

Europa, hija de Agripa y Agenor, era sidonia. Júpiter, convertido en toro, transportó a esta desde Sidonia hacia Creta y desde esta engendró a Mino, Sarpedón y Radamantis. El padre de esta, Agenor, envía a sus hijos para que la devolvieran a su hermana o ellos mismos no volverían a su presencia. Júpiter ve que Europa ha sido convertida en toro y devolvió a esta, convertida en toro, hacia el cielo.

Dédalo e Ícaro

Dédalo, hombre de gran ingenio, estaba desterrado en la isla de Creta. Allí, en Creta, el tirano ofreció hospitalidad a Dédalo, y Dédalo construyó un gran laberinto para el tirano. Pero después el tirano encerró a Dédalo, que ha tenido un solo hijo, con aquel en el laberinto. Entonces dicen que Dédalo hace alas con plumas y cera, y las adaptó a los hombros. Luego voló con su hijo. El niño agitaba las alas en el cielo, pero la cera de las alas está líquida y el pobre niño cayó a las aguas. Llegado Dédalo a Italia, dedicó un hermoso templo a su hijo.

El lobo y la vieja

El lobo estaba hambriento y erraba alrededor de la casa de los agricultores, y dicen que buscaba comida. La mujer de la casa reñía al niño, hijo pequeño, que lloraba. "¿Por qué lloras, niño pequeño? Si no callas, llamaré al lobo y creo que el lobo te comerá", decía la vieja al niño. El lobo escuchaba a la mujer alrededor de la casa y se alegraba. Había tinieblas. El niño en ese momento no lloraba, sino que dormía. Entonces la vieja decía: "Si el lobo viene, mataremos al lobo". Y el lobo entonces dijo: "Si escucho a la viejecita, no comeré y estaré muerto".