Facundo Quiroga: Ascenso, Conflicto y Trágico Final en la Argentina del Siglo XIX

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Facundo Quiroga: Ascenso, Conflicto y Trágico Final

Se rodea de hombres notables y habla con desprecio de Rosas, e incluso llega a declarar que los únicos hombres honrados que tiene el país son Rivadavia y Paz.

Se declara unitario entre los unitarios y la palabra “Constitución” no abandona sus labios.

Justifica sus actos de barbarie pasados por la necesidad que tenía de vencer, de sobrevivir.

Quiroga, pues, se presenta como una nueva forma de organizar la República. Sin embargo, la falta de hábito de trabajo, la pereza del pastor, la costumbre de esperarlo todo del terror, lo paralizan y lo entregan maniatado a su rival.

La Misión de Paz y el Presagio de la Muerte

En 1835 surge un conflicto entre los gobiernos de las provincias del Norte que podía hacer estallar la guerra. Rosas invita a Facundo para que influya y apague las chispas. El 18 de diciembre de 1835, Facundo sale de Buenos Aires en una misión de paz, intuyendo que algo malo pasa. Ni bien sale de la ciudad y se interna en la campaña, la galera empieza a tener problemas: la brutalidad y el terror vuelven a aparecer desde que se halla en el campo. Avanzando por la pampa se entera de que hay un vehículo que está adelantado unas horas en relación con el suyo, por lo que apura la marcha y se encuentra asustado. Al llegar a Córdoba, la gente le habla del peligro inminente que se suspende sobre su cabeza. Toda la provincia sabe los detalles del crimen que el gobierno intenta, y la muerte de Quiroga es el asunto de todas las conversaciones. Jamás se ha premeditado un atentado con más descaro.

El Desafío y la Emboscada en Barranca Yaco

Quiroga llega, al fin, a destino y arregla las diferencias entre los gobernadores hostiles. Se le ofrece una gran escolta para que lo acompañe de regreso y le recomiendan tomar el camino de Cuyo. Facundo rechaza esto pues quiere desafiar a sus enemigos, y toma el camino para volver a Córdoba. En el trayecto un niño detiene el vehículo en el que van Facundo y su secretario, el doctor Ortiz. El niño les dice que en Barranca-Yaco está apostado Santos Pérez, quien iba a matar a Quiroga. Se le avisa a Ortiz que está disponible para él un caballo con el fin de que escape, pero las órdenes son que todos se queden en Barranca-Yaco.

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