La Fascinante Evolución Lingüística y Cultural de la Península Ibérica: De las Lenguas Prerromanas a la Reconquista

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Las Lenguas Prerromanas en la Península Ibérica

En la península, antes de la llegada de los romanos, ya se hablaban diferentes lenguas, una por cada pueblo. Durante un tiempo, convivieron en un estado de bilingüismo con el latín hasta desaparecer lentamente. Antes de la llegada de los romanos, a ambos lados del Pirineo se asentaban pueblos con una lengua común. En la costa del Levante se asentaban los íberos; en la Baja Andalucía y el Sur de Portugal, la Civilización Tartesa; en las costas meridionales, primero los fenicios y posteriormente los cartagineses. Mientras que en el Centro, Oeste, Norte y Noroeste, las inmigraciones indoeuropeas favorecieron la afianzación de las lenguas precélticas y célticas.

La Romanización: La Presencia Romana en la Península

En su lucha contra los cartagineses, los romanos desembarcan en Ampurias (Girona) en el 218 a.C. Comienzan la conquista por el nordeste, llegando a Cádiz en el 206 a.C., y continúan la ocupación del centro hasta el norte y noroeste. El latín desterró a las lenguas prerromanas por la conveniencia de tener un instrumento de comunicación común. El proceso de latinización y romanización fue lento y la desaparición de las lenguas primitivas, progresiva:

  1. Estado de bilingüismo.
  2. Conservación de la lengua en el ámbito familiar.
  3. Latinización completa.

Pero hay que decir que una lengua nunca desaparece por completo, sino que deja restos en el léxico, la fonética y la morfología. Estos fenómenos lingüísticos son a lo que llamamos superestrato, adstrato y substrato. El latín que se extendía por la península no era el latín culto, sino el latín vulgar. La latinización fue más profunda en zonas del Levante y Andalucía que en el Norte, donde realmente tiene el origen el español.

La Caída del Imperio Romano y las Invasiones Germánicas

Pueblos procedentes de Asia avanzan hacia Europa, provocando el desplazamiento de tribus germánicas hacia territorios del Imperio Romano. Como consecuencia, los romanos comienzan a invadir la península en el 409. Vándalos, Suevos y Alanos lucharán contra romanos e hispanos, pero serán expulsados o sometidos por otro pueblo germánico, los Visigodos. Estos crean un reino que ocupará toda la península y tendrá por primera vez la capital en el centro, Toledo. Traen e imponen sus costumbres, sus leyes en la administración y su arte, pero, después de una primera etapa de bilingüismo, abandonarán su lengua y utilizarán la latina. Adoptan el bajo latín para los documentos oficiales y el latín vulgar para la vida social.

La Invasión Musulmana y su Impacto Lingüístico

Durante el siglo VII, los árabes crearon un imperio desde Asia hasta el Magreb. Les movía la guerra santa, unos preceptos de la religión islámica recogidos en el Corán, libro sagrado escrito por Mahoma. Llegan a la península en el 711 y se extienden rápidamente hasta la Cordillera Cantábrica y los Pirineos. Esto hizo que los cristianos godos se replegaran hacia el norte. La presencia de los árabes es muy importante en la evolución de los reinos de España y las lenguas romances, pues la lengua árabe es la que más palabras ha aportado a estas.

El Nacimiento de los Romances Primitivos y la Reconquista

El dominio musulmán no consiguió imponerse en las zonas montañosas de las cordilleras cantábricas y pirenaicas, donde tuvo origen la Reconquista. Se inició el movimiento de la resistencia en Asturias, León, Navarra, Aragón y Cataluña. Se desarrolló en los siglos VII y IX en la Cordillera Cantábrica, donde se creó el Reino de Asturias. En el siglo X, para ayudar en la Reconquista, los monarcas asturianos crearon el Reino de León. Son romances paralelos en su nacimiento el gallego-portugués, el asturleonés, el navarro-aragonés, el castellano y el catalán. Al sur quedaban los territorios dominados por los árabes, donde se hablaba su lengua y su dialecto mozárabe, el cual desapareció al culminar la Reconquista, pero que dejó una bonita muestra en las jarchas.

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