El Fascismo en Italia: Ascenso de Mussolini y la Transformación de la Nación
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El Ascenso y Caída del Fascismo en Italia: De la Victoria Mutilada a la Dictadura de Mussolini
Italia emergió de la Primera Guerra Mundial con un profundo sentimiento de frustración. A pesar de haber participado junto a las potencias vencedoras, sus aspiraciones territoriales no se vieron plenamente cumplidas; al contrario, perdió territorios. Esta situación dio origen al concepto de "victoria mutilada". La guerra, además, dejó un país deshecho y sumido en una profunda crisis económica y social.
La monarquía de Víctor Manuel III, estructurada bajo un régimen democrático liberal, se mostró incapaz de contener el caos que se vivió durante los años de la posguerra. Durante un tiempo, las huelgas generalizadas, las ocupaciones de tierras y empresas, y las crecientes tensiones sociales, en definitiva, pusieron en entredicho la estabilidad de los gobiernos monárquicos. Si a esto le sumamos el sentimiento general de frustración nacional, el desarraigo de los excombatientes y las severas dificultades económicas de la mayoría de la población, se comprende el terreno fértil para la aparición del fascismo.
El Nacimiento del Fascismo y la Marcha sobre Roma
En 1919, Benito Mussolini fundó los Fasci Italiani di Combattimento (Fasces Italianos de Combate), una organización que se presentaba como la solución tanto a la ofensiva socialista —responsable de las huelgas y ocupaciones— como a la debilidad de la democracia, incapaz de frenar esas acciones. Temerosos de que las izquierdas pudieran hacerse con el gobierno, los fascistas se postularon como una alternativa de poder, comunicando sus intenciones directamente al rey. Actuaron con contundencia, utilizando a menudo la violencia como herramienta política.
En 1922, los fascistas italianos tomaron la decisión de hacerse con el control del gobierno, entonces presidido por Luigi Facta, a quien consideraban responsable de los desórdenes que sufría el país. La dimisión de Facta aceleró la histórica "Marcha sobre Roma", que fue el máximo exponente de esta ambición. El rey Víctor Manuel III, impresionado por la demostración de fuerza de los fascistas, optó por encargar la formación de gobierno a Mussolini. Esto ocurrió a finales de octubre de 1922.
La Consolidación del Régimen Totalitario
Poco tiempo después de asumir el poder, y aprovechando el escándalo del asesinato del diputado socialista Giacomo Matteotti en 1924, Mussolini transformó Italia en un estado totalitario. Suprimió las libertades individuales, prohibió los partidos políticos y los sindicatos, e institucionalizó un régimen dictatorial, imponiendo los principios de la doctrina fascista.
El Fin del Fascismo en Italia
Durante la Segunda Guerra Mundial, Italia luchó al lado de las potencias del Eje. Sin embargo, en 1943, el país caía en manos de los Aliados. Mussolini aún tuvo tiempo de establecer una república títere en el norte de Italia, con sede en Salò, conocida como la República Social Italiana. No obstante, fue rápidamente detenido y fusilado por los partisanos. En 1943, el fascismo caía en Italia, y en 1945, Benito Mussolini moría. El fascismo había permanecido en el poder durante aproximadamente veinte años.