El Fascismo Italiano: Orígenes, Características y Consecuencias del Régimen de Mussolini

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Principales Rasgos del Fascismo

El término fascismo tuvo su origen en la organización política creada por Mussolini en 1919: Fasci Italiani di Combattimento. Cuatro son los principios doctrinales básicos que caracterizan al fascismo:

  • Nacionalismo radical: en el caso de Italia, el fascismo se apoyó en la confusión provocada por no conseguir el desenlace que querían en la Gran Guerra, mientras que en el caso alemán arranca de la protesta contra el Tratado de Versalles.
  • El fascismo es antiparlamentario y antiliberal: acusaba a los sistemas democráticos de promover la división entre los ciudadanos y de la debilidad del país. Según esta ideología, los individuos están subordinados al Estado dictatorial y el gobierno ha de ser dirigido por una élite selecta de ciudadanos. Estas ideas desembocaron en su conclusión más radical: el racismo, la existencia de seres superiores e inferiores.
  • El fascismo desconfía de la razón y de la intelectualidad y apela a los sentimientos y al fanatismo de los pueblos.
  • El fascismo defiende el liderazgo absoluto: la nación debe estar liderada por un jefe que concentre los tres poderes.

Italia tras la Gran Guerra

Italia salió derrotada de la Gran Guerra. Sus esperanzas de expansión territorial no fueron cumplidas a pesar de las promesas recibidas para que entrase en la contienda. Gran parte de la población pensaba que las pérdidas humanas y materiales no habían recibido la recompensa merecida. A esta crisis moral se le unió una grave situación política, económica y social que provocó las críticas al sistema democrático, y los sucesivos gobiernos no pudieron hacer nada. Benito Mussolini, antiguo socialista y defensor de la intervención italiana en la Gran Guerra, creó en 1919 los Fasci Italiani di Combattimento, también conocidos por "camisas negras". Sus manifestaciones ideológicas eran una mezcla de expansionismo, progresismo social y militarismo. Inicialmente, sus ideas tuvieron un limitado eco, pero sus militantes, los "escuadristas", eran muy activos en los enfrentamientos con los movimientos de izquierdas y atacaban violentamente a huelguistas, manifestantes y sindicatos de izquierdas. La clase media y el gobierno vieron en los escuadristas un instrumento para frenar el movimiento obrero. En 1921, los fascios se convirtieron en el Partido Nacional Fascista, con un programa político extremista que contó con la financiación de la patronal y el apoyo político de las clases medias.

Mussolini Accede al Poder

Mussolini llevó a cabo la Marcha sobre Roma de sus militantes en 1922. El gobierno dimitió y el monarca nombró a Mussolini primer ministro. Hasta 1924, Mussolini mantuvo aparentemente la legalidad democrática mientras transformaba gradualmente el Estado italiano en una dictadura. Al frente de un gabinete progresista conservador, logró plenos poderes del Parlamento. Convocó elecciones en 1924, en las que obtuvo el 65% de los votos. Matteotti, diputado socialista, denunció la falsedad del escrutinio. Más tarde, fue raptado y asesinado. Mussolini desembocó en una dictadura. En 1926, los partidos políticos fueron abolidos, la prensa fue sometida a una dura censura y los enemigos políticos, perseguidos. Mussolini construyó la estructura del Estado fascista, al que definió como Estado totalitario porque era "de todos y para todos". Resucitó la herencia histórica del Imperio romano. Concentró un poder absoluto que resumía en una frase: "El Duce siempre tiene la razón". El partido y el Estado se confundían.

La Obra del Fascismo

El fascismo buscó la aceptación popular. Mussolini pretendía legitimarse ante el pueblo italiano mediante una gestión eficaz que repercutiese en amplias mejoras económicas. Aplicó una política de grandes obras como una manifestación de la recuperada grandeza italiana: autopistas, saneamiento de calles, avenidas, grandes edificios. Además, fomentó la industria con medidas protectoras de la competencia exterior y la autarquía. Sin embargo, el nivel de vida medio descendió y el paro aumentó. En el terreno social, el fascismo se definió por el corporativismo.

Éxitos

Firma de los Pactos de Letrán con la Santa Sede en 1929. Estos acuerdos ponían fin al conflicto entre Italia y el Vaticano iniciado en 1870. Gracias a esto, Mussolini se ganó la simpatía de los católicos italianos. Pero la tradicional debilidad económica de Italia no se superó: era un país atrasado y de escaso desarrollo económico. Estas limitaciones quedarían al descubierto años después con la entrada en la Segunda Guerra Mundial.

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