El Fascismo Italiano: Orígenes y Consolidación del Poder

Clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 4,21 KB

1. La Política Interior del Fascismo: El Ascenso de Mussolini

La segunda de las manifestaciones totalitarias que aparecen en el tiempo es el fascismo. El 30 de octubre de 1922, Víctor Manuel III encargaba la formación de un nuevo Gobierno a Benito Mussolini. Tal decisión no respondía a la práctica habitual, como consecuencia de unas elecciones, sino a que la Marcha sobre Roma acabó de empujar al monarca, ya presionado por militares y nacionalistas. Por entonces, Mussolini ya era un personaje conocido en Italia.

Hijo de un herrero, se hizo maestro, profesión que abandonó para dedicarse al periodismo político. En 1921 era director de Avanti!, órgano oficial del Partido Socialista Italiano. La Gran Guerra y las consecuencias que para Italia tuvo la paz le ofrecieron las posibilidades de la fuerza irracional de un nacionalismo herido. De manera que en 1919, apoyado por los futuristas de Marinetti, excombatientes, sindicalistas y estudiantes frustrados, fundó los Fascios de Combate y las Escuadras de Acción para imponer la violencia como medio de arreglo a la situación de inestabilidad por la que atravesaba Italia. Sin duda, el más cruel de sus condottieri fue Italo Balbo, que muy pronto se convertiría en el jefe de las milicias fascistas.

2. La Doctrina Fascista: Un Movimiento Reaccionario

En sentido propio, no es posible encontrar en el fascismo un cuerpo de doctrina, a no ser que este se quiera descubrir en las negaciones que propone, como tal movimiento reaccionario que es. En consecuencia, habría que afirmar que el fascismo proclama de un modo radical una serie de "antis", tales como:

  • El antiliberalismo
  • El antiparlamentarismo
  • El anticlericalismo
  • El antimarxismo

Y justamente de sus negaciones surge su programa afirmativo: la exaltación de un nacionalismo y un pragmatismo político que los fascistas consideraban incompatibles con la democracia, argumento sobre el que justificaron el establecimiento de la dictadura. Así pues, como en Rusia, la historia de Italia desde 1922 no sería otra cosa que un proceso de personalización del poder.

3. La Consolidación del Régimen Fascista

El triunfo del fascismo resulta incomprensible si no se tiene en cuenta la débil resistencia que encontró en la Europa de entreguerras. Bien es cierto que Mussolini no presentó con claridad todas sus bazas políticas en un primer momento. Por esta razón, en el otoño de 1922, las propuestas fascistas se presentaron como soluciones transitorias, más que definitivas. Y a reforzar esa aparente transitoriedad contribuyó la formación del primer Gobierno, en el que de las dieciséis carteras solo se adjudicaron cuatro a los fascistas. Mussolini llegó incluso a prometer respeto a la Constitución y a las libertades políticas para conseguir que, a cambio, el Parlamento le concediera plenos poderes a fin de restaurar el orden público. Todas estas actuaciones parecían ajustarse a los patrones de las dictaduras clásicas, que proliferaron en la Europa de entreguerras.

No hizo falta que pasara mucho tiempo para comprobar la falsedad sobre la que se asentaba la trama fascista. No habían transcurrido ni doce meses desde la concesión de plenos poderes cuando Mussolini logró que el Parlamento aprobara una ley según la cual, al partido más votado, se le asignarían dos tercios de los escaños. No fue necesario aplicarla. En las primeras elecciones, celebradas en la primavera de 1924, los métodos de los squadristi consiguieron cuatro millones y medio de votos para los fascistas, lo que equivalía a 406 escaños, frente a los 129 escaños que correspondían a toda la oposición, como resultado de los dos millones de votos obtenidos.

En el mes de mayo, Don Sturzo abandonó la política, y pocos días después fue asesinado el diputado socialista Giacomo Matteotti, que había sobresalido por denunciar en la Cámara el fraude electoral. Ante estas circunstancias, los diputados adoptaron entonces una postura tan comprensible como inoportuna y se retiraron del Parlamento.

Entradas relacionadas: