Fascismo: Nacionalismo, Totalitarismo y Corporativismo en la Italia del Siglo XX

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Fascismo: Un Movimiento Nacionalista y Totalitario

El fascismo se define como un movimiento de carácter nacionalista que busca la unidad. Sus orígenes se remontan a Italia, inspirándose en los fascios de combate del Imperio Romano. Ante la inestabilidad y la defensiva de los gobiernos, se propició la creación de ejércitos grandes y poderosos, que se convirtieron en el brazo armado de los regímenes fascistas.

Características Principales del Fascismo:

  • Totalitarismo: Control absoluto del Estado sobre la vida pública y privada.
  • Rechazo al Parlamentarismo: Oposición a los sistemas democráticos y parlamentarios.
  • Explotación de la Nación: Priorización de los intereses nacionales por encima de cualquier otro.
  • Militarismo: Exaltación de la fuerza militar y la disciplina.

Nacionalismo: La Primacía de la Comunidad

El nacionalismo fascista promueve la eliminación del individualismo en favor del bien común de la comunidad. En el ámbito exterior, se manifiestan políticas agresivas con el objetivo de someter a otros pueblos en beneficio propio. Esta ideología se caracteriza por su irracionalidad, rechazando los principios de la Ilustración y basándose en filosofías como las de Nietzsche y Schopenhauer, que ofrecían una visión pesimista y elitista de la sociedad.

Corporativismo: La Sociedad Organizada por Gremios

El corporativismo plantea una sociedad estructurada en corporaciones, donde se fomenta la uniformidad de pensamiento y la subordinación de los individuos al servicio del Estado.

Militarismo y Totalitarismo: El Poder del Ejército y la Represión

El militarismo y el totalitarismo se apoyaban fuertemente en el ejército y los cuerpos policiales, dotados del respaldo estatal para reprimir cualquier disidencia. En muchos casos, fueron los propios militares quienes lideraron estos movimientos. Los valores promovidos incluían la unidad, la obediencia y el culto a la violencia y las armas. Se rechazaban los principios liberales y las instituciones políticas como parlamentos y constituciones. Se negaba la lucha de clases, argumentando que los intereses de la nación prevalecían sobre los de las clases sociales. Los grupos totalitarios utilizaban uniformes de colores característicos para distinguirse.

El Ascenso de Mussolini al Poder

Benito Mussolini llegó al poder rápidamente mediante la presión y el aprovechamiento de la agitación social en Italia. Tras la Primera Guerra Mundial, surgieron movimientos nacionalistas que buscaban una figura fuerte. En 1919, Mussolini fundó el brazo armado, un grupo paramilitar violento compuesto por excombatientes, que operaba paralelamente a la policía y el ejército.

En 1921, se creó el Partido Nacional Fascista. Ante la negativa inicial del rey a cederle el poder, Mussolini organizó la Marcha sobre Roma. Numerosos italianos se unieron a la marcha, exigiendo al rey que permitiera a Mussolini gobernar. Finalmente, el rey accedió y le otorgó el poder.

Mussolini buscó legitimar su poder a través de elecciones, convocando comicios en 1924, en los que resultó ganador. Tras un enfrentamiento con Giacomo Matteotti, quien denunció irregularidades electorales, Mussolini decidió eliminar los partidos y sindicatos, clausurar periódicos y redactar la Carta del Trabajo, que establecía a Italia como un estado corporativo con un sindicato fascista.

Es relevante mencionar que la Sociedad de Naciones permitió la conquista de Etiopía por parte de Italia, un hecho que evidenció la debilidad de las instituciones internacionales de la época.

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