Fases Clave del Desarrollo de la Guerra Civil Española
Objetivo Madrid (1936-1937)
Era el objetivo de los nacionales. La marcha se realizó desde el norte con las tropas del General Mola, y desde el sur por las tropas del General Franco. Ambos se unieron en la Sierra de Gredos. El peligro sobre Madrid era inminente, lo que llevó a la República a solicitar ayuda exterior, que se plasmó con la creación de las Brigadas Internacionales. A partir de entonces, la Guerra Civil Española se convirtió en uno de los problemas internacionales más apasionantes, por su incidencia en la coyuntura internacional. Los esfuerzos de Inglaterra y Francia por aislar el conflicto español mediante el Comité de No Intervención no dieron resultado. Las ayudas voluntarias llegaban a uno y otro bando.
La reorganización del Ejército Republicano con la formación de las Brigadas Mixtas se demostró en la Batalla del Jarama (febrero 1937). El cuerpo de tropas voluntarias de la Italia fascista sufrió un fracaso con la victoria republicana en la Batalla de Guadalajara, que puso de manifiesto la dificultad de tomar Madrid. Por ello, Franco abandonó el intento y se dirigió al norte.
La Campaña del Norte (Marzo 1937)
Fue una de las fases más decisivas de la guerra. Ya se habían tomado Irún y San Sebastián para controlar la frontera francesa, pero la verdadera batalla comenzó con el asedio de Bilbao. La creación de la línea defensiva vasca, el "Cinturón de Hierro", y las dificultades del terreno prolongaron la resistencia durante meses. El Bombardeo de Guernica y la caída de Durango y Bermeo fueron el preludio de la entrada en la capital el 19 de junio de 1937. Las tropas republicanas reorganizaron una ofensiva en Guadarrama y Brunete (la Batalla de Brunete) que resultó un fracaso, aunque lograron retardar la caída de Santander hasta mediados de agosto. Los nacionales atacaron Asturias. El avance fue lento debido a la resistencia encontrada. La Batalla de Belchite (agosto 1937) puso de relieve la potencia del nuevo Ejército Republicano. A pesar de la victoria republicana en Belchite, el 21 de octubre los nacionales entraron en Gijón y el norte quedó incorporado a la España sublevada.
La Campaña del Este (1938)
Aragón, que había permanecido estabilizado, será el campo de operaciones desde la Batalla de Belchite. A Franco se le plantearon dos alternativas: la conquista de Madrid o lanzarse hacia el Mediterráneo desde el frente del Ebro. Franco eligió la segunda alternativa. En enero de 1938 los republicanos tomaron Teruel (la Batalla de Teruel), que fue reconquistada por los nacionales pocos días después. Estos últimos llegaron hasta Lérida en abril de 1938. Franco dirigió las tropas hacia el Mediterráneo, aislando a Cataluña. En un desesperado intento de enlazar las zonas republicanas, el 25 de julio los republicanos atravesaron el río Ebro y tomaron un extenso territorio hacia el sur. El contrataque nacional obligó a los republicanos a volver a cruzar el río. Durante meses, la Batalla del Ebro se convirtió en la más dura y sangrienta de todas.
En enero de 1939 las tropas nacionales entraron en Barcelona sin disparar un solo tiro. Los dirigentes republicanos y miles de personas comenzaron su éxodo hacia Francia por temor a las represalias. La República había sido abandonada a su suerte: por el Acuerdo de Múnich se retiró la ayuda exterior a la Guerra Civil Española.
Final de la Guerra (1939)
Juan Negrín, presidente del gobierno desde 1937, y los comunistas regresaron a Valencia con la intención de continuar la guerra. Sin embargo, un golpe de Estado en Madrid entregó el gobierno a un Comité de Defensa presidido por el Coronel Casado, quien inició conversaciones con Franco para firmar la paz. Casado exigió la entrega de la flota y la aviación. Al no poder cumplir esta condición, Franco exigió la rendición sin condiciones. Ocupó Madrid el 28 de marzo de 1939. Se rindieron las últimas plazas republicanas: Jaén, Ciudad Real, Albacete, Valencia, Murcia y Alicante. El 1 de abril de 1939 todo el territorio estaba en poder de los nacionales. La guerra había terminado.