Las Fases del Parto: Un Viaje Detallado Hacia el Nacimiento
Clasificado en Medicina y Ciencias de la salud
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1. Primera Fase del Parto: Dilatación
La primera fase del parto abarca desde su inicio hasta la dilatación completa del cuello uterino. Se denomina "completa" porque en este momento el cuello del útero se ha dilatado tanto que forma un solo conducto con la vagina, por el cual el feto saldrá. Esta dilatación corresponde aproximadamente a 10 cm, la amplitud necesaria para permitir la salida del feto. A lo largo de la fase de dilatación, las contracciones uterinas son cada vez más frecuentes y duran más tiempo. Esta es la fase más larga del parto. En un primer parto, puede durar de 8 a 12 horas, o incluso más. En general, la duración de la fase de dilatación es más corta en el segundo y posteriores partos, aunque siempre puede haber excepciones.
Simultáneamente a la dilatación del cuello uterino, la cabeza del feto desciende por la pelvis, un proceso técnicamente conocido como "descenso". El feto debe atravesar la pelvis materna, que forma un canal algo irregular de pocos centímetros de largo. Este trayecto puede tardar varias horas, ya que el canal es estrecho y la cabeza fetal apenas lo atraviesa. Este canal, de forma ovalada, cambia ligeramente de orientación a lo largo de su recorrido. La cabeza fetal se adapta muy bien a la pelvis, aprovechando el mejor ángulo para avanzar en cada nivel.
Los profesionales que asisten el parto utilizan planos imaginarios a diferentes alturas de la pelvis materna para evaluar el progreso. Estos planos, conocidos como planos de Hodge, permiten determinar la altura a la que se encuentra el feto. Existen cuatro planos: en el primer plano, el feto está entrando en la parte superior de la pelvis; en el cuarto plano, su cabeza ya ha superado la parte más baja de la pelvis (entre el pubis y el coxis), estando preparada para la salida.
2. Segunda Fase del Parto: Expulsivo
La fase de expulsivo comienza cuando se alcanza la dilatación completa y finaliza en el momento en que el feto sale completamente al exterior. Durante esta fase, es normal que la mujer comience a sentir una necesidad de pujar, muy similar a la de defecar. Los pujos de la madre son una ayuda fundamental para facilitar la salida del feto.
En un parto normal, el bebé suele salir mirando hacia la espalda de su madre. Esto se debe a la forma ovalada de la última parte estrecha de la pelvis que debe atravesar, situada entre el pubis y el coxis. Casi todos los partos ocurren de esta manera, ya que es la forma más eficiente para la salida. De forma natural, el feto adapta su cabeza, como si fuese un obús, para poder salir ocupando el menor espacio posible.
Esta fase expulsiva puede durar habitualmente entre una y dos horas, pero si se ha administrado anestesia epidural, puede prolongarse. Al igual que la dilatación, esta fase suele ser más rápida en mujeres multíparas (que han tenido más hijos).
3. Tercera Fase del Parto: Alumbramiento
Aunque es habitual utilizar este término como sinónimo de parto, en medicina esta tercera fase hace alusión, en realidad, a la salida de la placenta. Técnicamente, el parto no finaliza hasta la expulsión de la placenta y las membranas ovulares. Una vez vaciado el útero, se activan señales que provocan el desprendimiento y la expulsión de la placenta.
Es un proceso muy delicado, ya que la placenta recibe un gran flujo sanguíneo. Por ello, inmediatamente después del desprendimiento de la placenta, el útero materno experimenta una fuerte contracción continua. El útero se contrae intensamente, como un puño, lo que previene el sangrado post-desprendimiento placentario.
En ocasiones, la placenta puede tardar en salir, y se considera necesario intervenir, ya que es una de las causas de hemorragia posparto. Esta es una de las complicaciones más frecuentes en entornos donde no se cuenta con asistencia profesional.