Las Fases de la Reconquista: Un Viaje a Través de la Historia Española
Fases de la Reconquista
Fase 1
A mediados del siglo XII, la zona cristiana de la península se encontraba dividida en cinco reinos: Portugal, Castilla, Navarra, Aragón y Cataluña. En el núcleo occidental, se avanza del Duero al Tajo y el objetivo es el fortalecimiento de la línea del Duero, con la conquista de Toledo y Almería, consolidando así la frontera del Tajo. La derrota de Alfonso VIII en Alarcos frenó la conquista. En el núcleo oriental, se reconquista la valla del Ebro, ocupando Zaragoza, Lérida y Tortosa.
Fase 2
A partir de los inicios del siglo XIII, los reinos de Portugal, Castilla-León y la Corona de Aragón protagonizaron la expansión en deterioro de Al-Andalus, que quedó reducido al Reino de Granada. El Reino de Navarra quedó marginado de la Reconquista. El arranque de esta expansión militar hay que situarlo en la victoria de las Navas de Tolosa, que abrió camino a los reinos occidentales. Fernando III conquistó La Mancha, Extremadura, Murcia y Andalucía, y Alfonso XI conquistó Gibraltar y Algeciras. Los Reyes Católicos terminaron el trabajo. Las campañas militares eran para dar salida a problemas interiores. Nació con Jaime I, el conquistador que expulsó a los musulmanes de Valencia, Denia y Mallorca.
Conclusión
La Reconquista de los siglos XI, XII y XIII puso en manos de los reyes cristianos dos tipos de territorios:
- Presura: Zonas despobladas que se entregaron a nobles y monasterios.
- Regiones ricas y pobladas: En torno a las ciudades importantes del territorio musulmán (repoblación concejil), se les quitó las casas a los moros y se les entregó a los repobladores cristianos. Los moros se fueron a las morerías, una parte de las tierras, mientras que otros musulmanes se quedaron porque se necesitaba su trabajo. Otras tierras fueron entregadas a los cristianos.
Repartimientos y Repoblación
Los repartimientos se generalizaron a partir del siglo XII, entregando tierras a la nobleza, al clero y a militares. La repoblación del Duero, Tajo y Ebro en Castilla se realizó mediante la repoblación concejil o de frontera. El territorio se dividió en concejos con grandes términos territoriales (alfroz). El rey les entrega un fuero o carta puebla al rey y a un grupo de caballeros. La vecindad se obtenía por solicitud. A los que se les concedía un solar para la casa y tierras de cultivo, que al cabo de los años pasaban a ser de su propiedad.
En Toledo se encontraba la primera zona de población musulmana, mozárabe y judía que tenían concejos. Solo se les concede el fuero y la población castellana se impone a ellos. En la valla del Ebro, a los repobladores se les da una casa y un terreno para cultivar, echando a los musulmanes, pero no de la zona en el Bajo Ebro, repoblada por monasterios con grandes latifundios.
La repoblación de La Mancha y Extremadura tuvo como protagonistas a las órdenes militares con grandes latifundios poco poblados, donde había una gran explotación ganadera. En Andalucía, se establecieron castellanos, pero como eran territorios fronterizos, se establecieron los nobles y la iglesia. En Murcia, grandes latifundios y formación de una clase media-alta fuerte, se repuebla de aragoneses y castellanos.
Consecuencias de la Repoblación
- Estableció una estructura de propiedad de la tierra, que se ha ido manteniendo.
- En Castilla hubo un fortalecimiento de la nobleza por la concesión de tierras en las valles del Guadiana y Guadalquivir.