Filosofía de la Acción Humana: Ética, Voluntad y Moralidad

Fundamentos de la Acción Humana y la Ética: Conceptos Clave

Este documento explora proposiciones fundamentales sobre la naturaleza de los actos humanos y del hombre, la relación entre inteligencia, voluntad y carácter, y el papel central de la ética en la orientación de la conducta. Cada afirmación se presenta con su correspondiente valoración de verdad (V) o falsedad (F).

Distinción entre Actos Humanos y Actos del Hombre

• Los actos humanos son aquellos que el ser humano es dueño de hacer o de omitir. V
• Los actos del hombre son aquellas acciones que no son libres. V
• Los actos humanos dependen de la inteligencia y la voluntad (libertad). V
• Los actos del hombre dependen de la inteligencia y la voluntad. F
• Los actos humanos son aquellas acciones que no son libres, ya sea por falta de conocimiento o porque son procesos sobre los que no se tiene dominio. F

Temperamento, Carácter y Voluntad

• El temperamento se relaciona con los actos humanos. F
• Los actos del hombre generan instintivamente el carácter de una persona. F
• El carácter, aunque tiene por base el temperamento, es producto de la educación que hemos recibido, de los hábitos adquiridos, de la inteligencia y la voluntad. V
• La voluntad indica al ser humano que no basta la inteligencia a la hora de obrar juiciosamente, sino que también hace falta la fuerza de voluntad para llevar a cabo lo que la razón aconseja. V
• La libertad es una característica de la voluntad cuando esta se somete a la inteligencia. V

La Ética como Ciencia y su Objeto de Estudio

• La ética estudia los actos humanos desde la perspectiva esencial que le permite orientar al ser humano. V
• La ética es conocimiento objetivo. No se trata de opiniones o gustos, sino que reflexiona a propósito de lo que estudia. V
• La ética es la ciencia cuyo objeto es orientar los actos humanos en relación con la consecución del último fin. V
• Los actos humanos solo se pueden estudiar desde la ética. F
• La ciencia ética se muestra interesada en su reflexión por definir a la persona como algo más que un mero ser que habita en el medio de la naturaleza. V
• Dado que la praxis cotidiana es compleja y difícil de ordenar, la ética se articula en un conjunto de saberes difícilmente sistematizables. F
• El estudio filosófico de la acción humana considerada en su conformidad o disconformidad con la recta razón es lo que llamamos consecución del último fin. V

Capacidades Humanas y Conciencia Moral

• La persona adquiere conciencia de sí misma, es decir, tiene capacidad de verse, reconocerse a sí misma y de juzgar sobre esa visión y reconocimiento. V
• Los seres humanos compartimos con los animales tres capacidades: reflexión, elección y previsión. F
• Tres son las capacidades que nos distinguen de los seres irracionales: reflexionar, prever y refutar. F
• La capacidad de reflexionar nos permite pensar, imaginar, soñar, proyectar... En efecto, podemos pensar lo que ocurre y preguntar por qué ocurre. V
• Mediante la capacidad de prever, el ser humano puede elegir distintas opciones, sin quedar maniatado a lo puramente instintivo. En efecto, somos los únicos seres capaces de prever las consecuencias de nuestros actos. V
• Al influjo del conocimiento en el acto humano lo llamábamos conseguimiento medio; de él tomamos conciencia de la moralidad de la acción, es decir, si es bueno o es malo. V
• En la advertencia actual, la inteligencia capta en el mismo momento en que se realiza la acción si es buena o mala. F
• El valor moral es la referencia de nuestros actos, de modo que midamos la moralidad de los actos por realizar. V

Conceptos Filosóficos y Referencias Históricas

• La tradición filosófica distingue ethos de pathos; este último se opone a lo que se hace con control. V
• En latín no hay una palabra para traducir êthos y otra para éthos. Ambos han sido traducidos como mos. V
• «Nosce te ipsum» (Conócete a ti mismo) era una inscripción ubicada en el templo de Apolo en Delfos que invitaba a los peregrinos de este importante lugar de la antigüedad a tener presentes los límites de su propia naturaleza y a no aspirar a lo que es propio de los dioses. V