La Filosofía de Aristóteles: Eudemonía, Sustancia, Potencia y Causas

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La Filosofía de Aristóteles

Eudemonía: La Felicidad como Fin Último

El concepto central de la ética aristotélica es el de “eudemonía”, que se acostumbra a traducir como “felicidad”, “excelencia” o “florecimiento”. La eudemonía es el fin último de las conductas humanas. La ética aristotélica es, por tanto, teleológica, pues valora las acciones en cuanto que conducen al fin deseado: la felicidad.

La eudemonía o felicidad es la vida completa, realizada y floreciente, es la vida a la que aspira todo ser humano. Es una forma de vivir que consiste en el cultivo de virtudes y excelencias del carácter y del intelecto. Cabe destacar que la felicidad no es un medio para lograr otra cosa, sino un fin en sí mismo.

Aristóteles considera que la riqueza, el honor y el placer no son la felicidad, pero que sí contribuyen a alcanzarla, y que esta depende tanto de factores externos (sujetos al azar, a las circunstancias y a la fortuna) e internos (dependen completamente de uno mismo). La vida feliz es aquella en la que se conjugan todos estos factores.

Sustancia

Aristóteles define sustancia como todo aquello que existe y es una entidad concreta. Cada sustancia es diferente al resto, es individual y forma una unidad. No son sustancias los conceptos abstractos como, por ejemplo, las nociones matemáticas o los seres imaginarios.

Los accidentes son las características que pueden atribuirse a una sustancia y que no pueden existir con independencia de ella. Por otro lado, definir una sustancia supone establecer su género y su diferencia específica. Existe también las sustancias segundas, las cuales son nociones que permiten definir las sustancias.

Potencia y Acto

Según Aristóteles, la naturaleza es el principio interno de movimiento o cambio que se produce en las realidades naturales. Aristóteles se pregunta por la esencia de la naturaleza y la respuesta se limita a dos posibilidades: o bien es forma, o bien es materia. Esta cuestión la resuelve mediante la distinción que establece entre acto y potencia.

Se denomina potencia a todas las posibilidades de realización que se encuentran inscritas en la sustancia, mientras los actos son aquellas posibilidades que se han realizado, o sea, que han llegado a ser realidades. Para Aristóteles, las realidades naturales son acto y son potencia. El paso de la potencia al acto es lo que define el movimiento.

El cambio y el movimiento se producen cuando se actualiza algún atributo de los que una sustancia está privado, pero que tiene en potencia.

Causas

La ciencia de la naturaleza estudia las causas, las razones, las explicaciones o el porqué de que se produzcan los cambios y los movimientos. Aristóteles distinguió 4 maneras diferentes de responder a la pregunta “¿Por qué ocurre algo?”, es decir, estableció la existencia de 4 causas:

  • Causa material: se refiere a la materia de la que está hecha un objeto o ser vivo.
  • Causa formal: establece la esencia o definición de la sustancia.
  • Causa eficiente: se refiere al agente productor de un objeto o de su movimiento.
  • Causa final: el para qué, se refiere al objetivo, al fin al que tiende un objeto.

Por otro lado, Aristóteles considera que las 4 causas pueden reducirse con frecuencia a dos: por un lado, la causa material, y por otro, la fusión de la causa formal, eficiente y final.

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