Filosofía y Ética: Concepciones de la Felicidad, el Alma y la Razón en la Historia del Pensamiento
Clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en
español con un tamaño de 3,37 KB
Filosofía Antigua: Concepciones de la Felicidad y la Ética
Epicúreos
Los Epicúreos identificaron la felicidad con el placer (hedoné). Para alcanzar esta felicidad, el ser humano se necesita a sí mismo, por lo que debe apartarse de la sociedad y buscar la autosuficiencia (autarquía).
Estoicos
Los Estoicos consideraron que la felicidad se logra viviendo según la naturaleza. Dado que la naturaleza humana es racional, la felicidad se consigue viviendo conforme a la razón. Esta razón nos impulsa a buscar nuestra propia felicidad y a aceptar el destino.
Tomás de Aquino: La Naturaleza Humana y la Relación con Dios
Para Tomás de Aquino, conocer al ser humano solo es posible desde la comprensión de su relación con el Creador. Dios es el ser cuya esencia coincide con su existencia y, por tanto, es un ser necesario.
Las criaturas, incluido el ser humano, participan de la esencia divina, pues la Creación es el acto por el que Dios otorga su esencia a todo lo que crea. Los seres creados no son necesarios, puesto que su existencia es distinta de su esencia; es decir, pueden existir y también pueden no existir: son contingentes.
La Composición del Ser Humano según Santo Tomás
Según Santo Tomás de Aquino, la naturaleza humana se compone de cuerpo y alma. El cuerpo es material y mortal, mientras que el alma es espiritual e inmortal. El alma da vida al cuerpo, aunque no necesita de este para existir, ya que sigue existiendo cuando el cuerpo muere. El alma percibe sensaciones y forma sus ideas mediante la experiencia procedente de los sentidos.
Filosofía Moderna: Racionalismo, Empirismo y el Dualismo Cartesiano
Racionalistas y Empiristas
Para los racionalistas, la clave del conocimiento y la comprensión del ser humano se encontraba en el correcto uso de la razón. En contraste, para los empiristas, lo fundamental era no traspasar los límites de la experiencia sensible.
René Descartes: El Dualismo de Cuerpo y Alma
El reconocimiento de la importancia de la razón llevó a René Descartes a comprender el ser humano como un compuesto de dos realidades heterogéneas: el alma y el cuerpo. Para Descartes, el ser humano individual no es una sustancia única, sino un compuesto de dos sustancias completamente distintas:
- El cuerpo: una máquina sometida a leyes mecánicas que determinan todas sus acciones.
- El alma (o mente): pensamiento que se despliega de forma autónoma e independiente.
La distinción entre cuerpo y alma (el dualismo cartesiano) sirvió a Descartes para solucionar un problema fundamental de su época: cómo conciliar la libertad humana con un universo mecanicista. Al separar el alma (sede de la razón y la voluntad libre) del cuerpo (sujeto a leyes físicas), salvaguardaba la autonomía del pensamiento.
Sin embargo, esta solución generó otro problema significativo: el problema de la interacción mente-cuerpo. Si el alma y el cuerpo son sustancias completamente distintas y heterogéneas, ¿cómo pueden interactuar entre sí? ¿Cómo influye el pensamiento en las acciones del cuerpo, y cómo afectan las sensaciones corporales al alma?