Filosofía Medieval: Patrística, Escolástica y el Pensamiento de Santo Tomás de Aquino
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Contexto Histórico-Cultural de la Baja Edad Media
La novedad más significativa de la Europa bajomedieval es que, a partir del siglo XI, numerosas ciudades nacen como consecuencia del desarrollo de la producción artesanal y del comercio. Aparecen burgueses, mercaderes y maestros, formados por trabajadores del mismo oficio. El desarrollo urbanístico llevó al florecimiento de la arquitectura. Desde el siglo XII, el románico dio paso al gótico y a su construcción, las catedrales y edificios que respondían a las necesidades de la nueva sociedad. La mayor parte de la población seguía viviendo en el campo, donde dominaba la aristocracia señorial, cuya posición económica se asentaba en extensas propiedades en las que ejercía atribuciones jurisdiccionales sobre los campesinos. La tierra seguía siendo la base de la economía. La Europa bajomedieval era sinónimo de cristiandad, una sociedad dominada por el pensamiento teocéntrico. Se fundaron franciscanos y dominicos, congregación en la que ingresó Tomás de Aquino. Estas instituciones predicaban y combatían herejes, judíos y musulmanes. El desarrollo económico y urbanístico también trajo el auge intelectual. La Suma Teológica es fruto de esa necesidad de formación.
Contexto Filosófico
La Patrística
Los cuatro primeros siglos del cristianismo constituyeron un periodo preparatorio para la filosofía medieval, que se dividía en dos etapas. La Patrística es el pensamiento de los filósofos cristianos desde el siglo I al V. Construye un pensamiento propio de los padres de la Iglesia católica. El objetivo es la apología y la catequesis de la fe. La figura más representativa de este periodo es San Agustín. Para él, la razón y la fe están en íntima relación, puesto que Dios es la única verdad. Ambas son vías del conocimiento.
Filosofía Escolástica
Se enseñaba en las escuelas. Se desarrolla entre los siglos VI y VIII. Los autores más representativos son San Isidoro de Sevilla, Averroes y Santo Tomás de Aquino. San Anselmo también es un autor destacado. El siglo XIII, que representa el apogeo de la escolástica, se divide en tres corrientes filosóficas, dos de ellas determinan el pensamiento de nuestro autor:
El Agustinismo Filosófico
Defendía que no hay separación entre filosofía y teología, fe y razón. Se caracteriza por mantener un dualismo platónico: el conocimiento no solo se basa en la razón, sino que la verdad se encuentra en el interior del alma. Defiende el predominio de la voluntad frente al entendimiento. La postura más representativa es la de Anselmo, donde destaca su prueba de la existencia de Dios, que consiste en probar la existencia a partir de la misma idea de Dios, un ser tal que es imposible pensar otro mayor que él. Esta prueba ha sido negada por Santo Tomás y es recogida por Descartes.
El Aristotelismo Averroísta
Se inicia con las traducciones de Aristóteles por parte de Avicena y Averroes. Fueron muy comentadas. Estas tesis se concentran en tres fundamentales:
- Mundo: Según Aristóteles, Dios es el motor inmóvil que mueve un mundo que ha existido siempre y que Dios ni siquiera conoce.
- Alma: Es mortal. El entendimiento es el mismo para todos los hombres.
- Verdad: Afirma la doble verdad: razón y fe.
El aristotelismo tomista lucharía contra el averroísmo, salvando las ideas de la Iglesia católica.