Filosofía Moderna: Antropocentrismo, Razón y Progreso en el Renacimiento, Barroco e Ilustración
Clasificado en Filosofía y ética
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La filosofía moderna se caracteriza por su antropocentrismo, es decir, por situar al sujeto humano en el centro de sus reflexiones. Esta idea se manifestó en los distintos campos del saber. A continuación, se presentan muy brevemente las tres etapas principales de la modernidad, así como las características básicas de la filosofía cultivada en cada una de ellas:
Renacimiento (Siglos XIV-XVI)
El Renacimiento fue un período de renovación cultural, artística y científica que recuperó los valores de la Antigüedad clásica, enfatizando el humanismo, la razón y la dignidad humana.
Pico della Mirandola (1463-1494)
Destacó con su obra Discurso sobre la dignidad del hombre, donde defendió la libertad humana para elegir su destino, situando al ser humano como centro del universo. El ser humano se encuentra en el centro, pues por debajo de él están los animales y el resto de seres vivos, mientras que se halla por debajo de Dios y los ángeles. La libertad del ser humano consiste en elegir si queremos parecernos más a los animales y dejarnos llevar por nuestros instintos, o cultivar nuestras características más elevadas.
Nicolás Maquiavelo (1469-1527)
Revolucionó la filosofía política con su obra El Príncipe. A diferencia de la tradición medieval, que vinculaba la política con la moral cristiana, Maquiavelo propuso una visión pragmática y realista del poder, donde el fin justifica los medios. Para él, un gobernante debe ser astuto, flexible y, si es necesario, cruel para mantener el orden y la estabilidad del Estado. Su famosa frase "es mejor ser temido que amado" resume su idea de que la efectividad en el gobierno prevalece sobre la moral tradicional. Maquiavelo sentó las bases de la ciencia política moderna, y aún hoy se estudian sus escritos.
Siglo XVII (Barroco): La Búsqueda del Conocimiento
Durante el siglo XVII, la filosofía se centró en la capacidad de los sujetos para conocer el mundo que los rodea. En concreto, se enfocó en el origen de nuestro conocimiento y en cómo obtener un saber seguro y fiable que permitiera a las ciencias avanzar. A estos problemas dieron respuesta dos corrientes enfrentadas:
Racionalismo
Esta corriente sostiene que la razón es la fuente principal de conocimiento, por encima de los sentidos, y que la mente humana es capaz de conocer la realidad. Los racionalistas defienden que el método a seguir para adquirir nuevos conocimientos es el método deductivo, propio de las matemáticas, que consiste en extraer información a partir de una serie de premisas de forma mecánica, como al realizar una operación matemática.
Empirismo
El empirismo sostiene justo lo contrario, defendiendo que todo conocimiento proviene de la experiencia sensorial y no del pensamiento. El método característico del empirismo es el método inductivo, que parte de la observación de casos particulares para llegar a conclusiones generales (por ejemplo, observar cien patos blancos y concluir que todos los patos son blancos).
Siglo XVIII (Ilustración): El Siglo de las Luces
La Ilustración fue un movimiento intelectual y cultural que dominó Europa durante el siglo XVIII, también conocido como el "Siglo de las Luces". Sus características principales incluyen la defensa de la razón como herramienta principal para comprender y transformar el mundo, el rechazo a la superstición y la autoridad tradicional (especialmente la religiosa), y la promoción de valores como la libertad, la igualdad y el progreso. Los ilustrados creían en el poder de la educación y el conocimiento para mejorar la sociedad. Estas ideas sentaron las bases ideológicas para revoluciones como la Revolución Francesa y la Revolución Americana, al defender principios como los derechos de los ciudadanos, la separación de poderes y la soberanía popular.