Filosofía Moral Kantiana: Deber y Buena Voluntad
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Conciencia Moral Kantiana
Kant sostiene que, de alguna forma, los seres humanos somos gobernados por una especie de conciencia moral absoluta. A esta conciencia moral no le importan las situaciones específicas; siempre, sin importar la situación, debemos obedecerla o, si se quiere, respetarla. El deber de obedecerla es el fin en sí mismo. La conciencia moral no conoce excusas, no le importan las situaciones concretas; en todas las situaciones debemos obrar respetando esta conciencia moral.
La conciencia moral, a diferencia de la naturaleza, no está regida por las leyes de causalidad. ¿Qué quiero decir con esto? Quiero decir que una piedra, por ejemplo, en la naturaleza no cae porque 'debe' hacerlo, sino porque hubo algo que causó esa caída. A la conciencia moral 'no le importan' las causas de obrar por deber (obrar por respeto a la conciencia moral).
La Buena Voluntad
Kant le da una enorme importancia a la buena voluntad y afirma que es lo único verdaderamente bueno fuera y dentro de este mundo. En esta frase se ve lo que digo: "Es imposible imaginar nada en el mundo o fuera de él que pueda ser llamado absolutamente bueno, excepto la buena voluntad".
¿Qué entiende Kant por buena voluntad? La buena voluntad, debido a que es lo único realmente bueno en este mundo, es la voluntad que lleva a los seres humanos a actuar por deber, es decir, a obrar por el simple hecho de obrar por deber, o sea, de manera totalmente desinteresada.
¿Qué significa "obrar por deber"? Kant dice que obrar por deber es obrar de manera tan desinteresada que el fin de obrar sea simplemente el respeto a la ley moral que hay en mí (ley moral dentro de cada uno de nosotros = Imperativo Categórico). Cuando un ser humano obra por deber, obra sin pensar qué puede obtener a cambio de esa acción, obra sin usar a la otra persona como medio para obtener algo.
También se puede obrar "conforme al deber", que sería obrar conforme a la ley moral pero motivado por un interés personal.
- Obrar por deber: Actuar por respeto a la ley moral, de forma desinteresada.
- Obrar conforme al deber: Actuar de acuerdo con la ley moral, pero motivado por un interés personal.
Con todo esto, concluimos de alguna manera diciendo que lo único que importa es la intención, la buena voluntad. Si una persona obedece su deber moral, nadie le puede recriminar nada; no importan las consecuencias que esa acción haya traído, la persona actuó por buena voluntad, que es finalmente lo importante.
Kant sabe que la buena voluntad absolutamente pura, es decir, absolutamente desinteresada, no es posible en los seres humanos, ya que somos seres que tenemos deseos e intereses. Es por eso que Kant entiende la buena voluntad como un horizonte a seguir, como un parámetro; sabemos que nunca podremos alcanzarla, pero vale la pena ir hacia ella.