Filosofía Moral: Libertad, Mal y el Deber en la Perspectiva Kantiana

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Libertad y Responsabilidad: Pilares de la Ciudadanía

La responsabilidad convierte al individuo en ciudadano, alguien que participa en el discurso colectivo sobre la justicia y lo alienta con sus valores e ideales. Esta participación es la civilidad o práctica virtuosa de la ciudadanía: una síntesis entre afirmación personal y renuncia por respeto al otro.

La Sinrazón del Mal: Perspectivas Filosóficas

El mal está demasiado presente en nuestra sociedad para no tenerlo en cuenta desde la filosofía moral, ya sea el mal físico o el mal moral.

El Mal Físico

El mal físico es el atribuido a causas naturales: plantea preguntas metafísicas y constituye un argumento muy sólido contra la bondad del ser e incluso contra la existencia de un ser supremo. La impotencia acaba por transformar la incomprensión y rebeldía en resignación.

El Mal Moral

El mal moral es aquel que brota de nuestras decisiones, como es el caso de la traición. Para algunos filósofos, el mal moral es fruto de la ignorancia o de la elección de un bien particular antes que del bien último (Aristóteles). San Agustín decía que el mal es la ausencia del bien y no tiene entidad por sí mismo. Para Leibniz, el mal es inseparable de la armonía del mundo.

Conocer mejor la naturaleza y educar la conciencia crítica se convierten en exigencia de una libertad que afronta sin evasiones la injusticia, el dolor y la muerte.

Éticas Formales: El Formalismo Kantiano

Kant rechaza las éticas anteriores a él porque no pueden fundar la universalidad y la necesidad, que son los rasgos esenciales de la moral.

Principios de la Moral Kantiana

Una moral universal y necesaria no puede ser material; tiene que ser formal, vacía de contenidos empíricos. La bondad de la acción radica en el modo de actuar, en que la voluntad se decide por sí misma con rectitud, sin tener otra cosa en cuenta que el cumplimiento del deber (autonomía).

Una persona puede hacer cosas en contra del deber o acordes con él; el deber puede utilizarse de forma interesada. La esencia de la acción moral está en la máxima o principio que la orienta, en la intención que no puede ser otra que el cumplimiento del deber. Esta característica se manifiesta en el imperativo categórico, juicios que expresan el mandato de actuar por el deber, es decir, por el principio universalizador.

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