La Filosofía Moral de Nietzsche: De la Voluntad de Poder al Superhombre

En la filosofía de Nietzsche, la distinción entre el bien y el mal se articula a través de dos morales fundamentales: la de los señores y la de los esclavos. Desde la perspectiva de la moral de los señores, la fuerza, la dominación y el orgullo son valores intrínsecos al bien. Por el contrario, la palabra 'malo' se vincula inevitablemente con lo común, lo humilde, lo falso y lo subyugado.

La Moral de los Señores: Virtud y Naturaleza del Guerrero

Desde el punto de vista de la moral de los señores, el bien se define como aquello que mejora al ser humano en su tarea de acometer las virtudes propias de la vida. El bien se corresponde con la naturaleza del guerrero. En esta concepción, el débil es aquel que vive a expensas de los demás, y el malo, según esta misma moral, es aquel que piensa ingenuamente.

La Moral de los Esclavos: Resentimiento y Subversión de Valores

Según Nietzsche, los débiles y oprimidos han conseguido a lo largo de la historia vencer a la moral de los señores, imponiendo la de los esclavos, y lo han hecho gracias a la ayuda de las distintas religiones. La moral de los esclavos nace del resentimiento. El rencor, el odio y la envidia de los esclavos, a quienes les está prohibida la acción, son sus motores principales. Esta moral busca lo igual en lo diferente y critica a aquellos que se desvían. Curiosamente, en esta moral, el malo es siempre poderoso y provoca temor. Nietzsche llega a equiparar al bueno con el estúpido en este contexto.

A la vista está que existen actitudes morales propias de la moral de los esclavos y propias de la moral de los señores: mientras que unas merman al ser humano, las otras lo ensalzan. El individuo fuerte y orgulloso crea, en la plenitud de su vida, valores genuinos. Por el contrario, aquellos que se dejan subyugar por otros arremeten por puro temor contra el poderoso y viven sometidos a los valores que el grupo les impone. Si el rebaño decide que ambos deben sobrevivir en la misma sociedad, lo harán sin ningún problema. Si, por el contrario, el débil intenta subyugar al poderoso, lo hará para imponer sus propios valores.

Nietzsche y la Crítica a la Mentalidad Occidental

Nietzsche se muestra muy escéptico acerca de la mentalidad occidental; critica, por ejemplo, la Revolución Francesa, en la que, según él, vencieron los estúpidos, los ingenuos. Solo un hombre ha representado en la historia de Europa el símbolo del hombre orgulloso y ambicioso: Napoleón.

Crítica al Cristianismo, la Muerte de Dios y el Superhombre

Lo que criticó Nietzsche al cristianismo fue que este despreciara todo aquello que el cuerpo desea y anhela: pasiones, impulsos, instintos.