Filosofía de Nietzsche y Rousseau: Vitalismo, Naturaleza y Sociedad
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Filosofía de Nietzsche
El Vitalismo y la Voluntad de Poder
Para Nietzsche, la realidad debe ser juzgada con un criterio vitalista. La verdad debe estar al servicio de la vida. Esto implica aceptar la muerte de Dios, el fin de los valores antivitales, el nihilismo activo y la posibilidad de crear nuevos valores al servicio de la vida, ya que nada está por encima de ésta. El vitalismo pone a la vida como valor principal. Los instintos, lo inconsciente, lo irracional es lo que nos hace vivir. Una fuerza vital impulsa nuestros actos para luchar por la vida: la voluntad de poder, que es la aspiración a lo mejor, voluntad de superarse, de enriquecerse de experiencias.
Toda moral y cultura representan un sistema de valores. Nietzsche los juzga con un criterio vitalista: las que afirman la vida y la voluntad de poder son vitalistas y las que la niegan son decadentes o nihilistas.
El Superhombre
El superhombre es el ser capaz de desplegar su voluntad de poder para crear nuevos valores al servicio de la vida, acepta la vida como es afirmando el devenir. La superioridad de dicho ser deriva de sus impulsos, su fuerza y su voluntad de poder para enfrentarse a la vida con la inocencia de un niño.
El Eterno Retorno
La máxima expresión del vitalismo la encontramos en la metáfora del eterno retorno de lo idéntico. Imagina que ya ha pasado todo lo posible y que otra vez tiene que repetirse igual. La vida es como una obra de arte a construir. El superhombre es el verdadero artista y para llegar a él, tenemos que superar al mediocre ya que sólo busca una vida cómoda, sin riesgo. El hombre es algo que debe ser superado.
Las Tres Transformaciones
Este camino requiere una metamorfosis que en las tres transformaciones representan:
- El camello: obedece con humildad los valores que se le imponen.
- El león: que simboliza al nihilista reactivo: si Dios ha muerto nada tiene sentido.
- El niño: que vive libre sin prejuicios, tomando la vida como un juego aceptando su devenir.
La vida es aventura, riesgo, placer. No hay ni bien ni mal, ni premios ni castigos, ya que tiene valor en sí misma y no puede ser juzgada.
Filosofía de Rousseau
El Hombre y la Naturaleza
Rousseau parte de una nueva concepción de la relación entre el hombre y la naturaleza con el fin de cambiar la sociedad. Se plantea la cuestión del progreso. La Ilustración defendió que era evidente que la humanidad no había parado de avanzar desde el salvajismo al refinamiento de ahora. Pero el autor, observando la miseria y la injusticia del antiguo régimen, niega tales avances.
El Origen de la Desigualdad
Rousseau también se plantea el origen de la desigualdad ya que él cree que el hombre es bueno por naturaleza, pero es la sociedad lo que hace que se corrompa. Cree que en su origen el hombre vivió en un estado presocial antes de que el estado, nuevas costumbres, etc., alterasen su forma de ser.
El Contrato Social
Se plantea si la solución era un nuevo contrato social, ya que si el hombre nacía libre y ahora se encontraba esclavizado habría que cambiar el régimen político y social realizando un nuevo contrato social que reconociese al pueblo como soberano.
La Voluntad General
La voluntad general es la máxima expresión de la soberanía popular: el soberano ya no es el rey, sino la unión de todos los ciudadanos que han firmado el contrato social. La ley sería la expresión de la voluntad del soberano. El pueblo puede cambiar al gobierno cuando quiera. No hay una forma perfecta de gobierno. El ideal de Rousseau es una democracia directa que sólo se lograría en las ciudades pequeñas.