La Filosofía de Ortega: El Hombre, la Circunstancia y el Poder de la Imaginación Creadora
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El Hombre como Ser Especial: Imaginación y Técnica
Debemos extrañarnos de que considere que todo debe estar al servicio del hombre, fundamentalmente para que este pueda cumplimentar ese deseo original pretécnico que le posee, ya que es un ser verdaderamente especial.
La Singularidad Humana: Imaginación Creadora y Memoria
Pero, ¿qué es lo que singulariza al hombre además de lo señalado? No la inteligencia; es, ante todo y sobre todo, su poderosa imaginación creadora que, como ya hemos dicho, le capacita para crear una gama variopinta de artilugios y un proyecto de vida individual.
También su memoria es poderosa, por eso le permite conservar sus creaciones que acumula, mejora y transmite a sus descendientes en forma de cultura. Hay que aclarar que la inteligencia humana no es cosa nimia, pero que solo es verdaderamente eficaz cuando se pone al servicio de la imaginación creadora.
La Circunstancia en la Filosofía de Ortega
Para avanzar en nuestro discurso, vamos a pasar a aclarar eso que nuestro autor llama circunstancia y la relación existente entre esta y el hombre.
Es este, sin duda, un concepto de significado amplio y fundamental en la filosofía de Ortega, que llega a afirmar:
«Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo».
Aparece en su época perspectivista y permanece en la filosofía que le sigue.
Componentes de la Circunstancia
Como hemos afirmado, es un concepto de mucha enjundia. La circunstancia no solo comprende a lo que nos rodea en cuanto a naturaleza, sino que incluye:
- La generación a la que cada uno pertenece.
 - La cultura.
 - La sociedad.
 - La historia.
 
La Naturaleza como Medio Físico y Dicotomía
Si nos referimos a eso que llamamos naturaleza, será el medio físico que rodea al hombre en el momento en que vive. Por cierto, su visión es más compleja de lo que puede parecer, pues presenta elementos que resultan negativos y otros que son indudablemente positivos.
Así ha de ser, dice Ortega, porque:
- Si todo fuera negativo, el hombre perecería, presionado por unas condiciones naturales insuperables.
 - Si todo fuera positivo, el hombre no crearía, se limitaría a vegetar.
 
Dominio de la Circunstancia a través de la Técnica
Pero resulta que la circunstancia es una mezcla de ambos elementos, y en este ambiente el hombre, ese ser especial que hemos dicho que es, aprovechándose de lo positivo y enfrentándose a lo negativo (en lugar de adaptarse instintivamente a la naturaleza como hacen los animales), la domina, la transforma y la pone a su servicio, debido a que posee la cultura, a que es técnico por naturaleza.
Ciertamente, sin la cultura (la técnica, dice nuestro autor), el hombre, cuya carga instintiva está en regresión, no podría sobrevivir y menos llegar a ser lo que pretende.
El hombre, queda claro, no está sometido a la circunstancia; solo está inmerso en ella y es capaz de controlarla y someterla para que cubra, no solo sus necesidades biológicas y primarias, sino ante todo las superfluas que constituyen la base de su verdadero vivir. Para esto dispone...