Filosofía Práctica de Kant: Razón, Moralidad y Deber
Enviado por edwin y clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 5,18 KB
I. El Uso Práctico de la Razón
¿Cómo saber racionalmente, al modo científico, con validez universal para todos los hombres, la rectitud moral de las acciones?
Kant reconoce que la valoración de las acciones, que responden a las leyes de la libertad, se proponen en las diferentes costumbres de cada cultura. Pero según el método kantiano para buscar la validez propia de todo ser racional, habrá de ser la filosofía pura, a partir de principios a priori, a la que Kant denomina Metafísica de la Naturaleza, también una Metafísica de las Costumbres. Así, comprender y explicar la ley moral en su pureza y autenticidad, no puede ser buscada sino en una filosofía pura. Para ello, Kant afirma que no hay otra fundamentación que la crítica de la razón pura práctica, del mismo modo que para la metafísica la ya construida crítica de la razón pura especulativa y ya en su Fundamentación de la moralidad, que por sí misma desempeña un menester absoluto en su objeto y es separable de toda otra investigación.
II. Crítica del Discurso Oral Filosófico
Para Kant un imperativo moral es hipotético cuando postula una acción práctica necesaria para conseguir un objetivo, de tal forma que supedita su realización al logro o consecución de ese fin.
Por su parte, el imperativo categórico kantiano prohíbe los actos que no pueden ser universalizados y, por consiguiente, no admite excepción alguna a favor de nadie.
a) El Imperativo Categórico
El imperativo categórico es el principio moral del que derivan todos los deberes éticos de la persona. Este criterio se basa en la intención, en la máxima subjetiva que dirige el acto moral, que debe ser al mismo tiempo tenida como ley objetiva para cualquier ser racional.
Un imperativo significa, en la reflexión ética, un juicio de valor que expresa una obligación. En Kant se trata del principio con que la razón somete a la voluntad. Kant distingue entre máximas subjetivas y leyes objetivas; unas y otras pueden determinar a obrar al hombre, pero solo las segundas son dignas de una voluntad racional libre; a estas las llama imperativos categóricos.
Este imperativo que expresa el deber, es decir, la ley universal válida para todo ser racional, toma en Kant tres formulaciones:
- Obra de tal forma que la norma de tu conducta pueda ser considerada norma universal.
- Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo, y nunca solo como un medio.
- Obra siguiendo las máximas de un miembro legislador universal en un posible reino de fines.
III. El Cumplimiento del Deber por el Deber
Según Kant, debemos realizar la conducta que manda el imperativo moral, por respeto a la ley moral. El cumplimiento del deber es tan importante que incluso lo hemos de elegir aunque su cumplimiento vaya en detrimento de nuestra felicidad o de la felicidad de las otras personas.
La ley moral se reconoce como DEBER y obra moralmente bien quien obra POR DEBER, por respeto a la LEY MORAL.
- El deber es la necesidad de una acción por respeto a la ley.
- Lo que sea deber se ofrece a todo el mundo por sí mismo.
Según Kant, no es necesario explicar a qué se considera deber.
IV. Razón Pura Práctica. Los Postulados de la
En la crítica de la razón práctica Kant afirma que la moralidad tiene sus condiciones necesarias, a las que Kant denomina postulados de la razón práctica, que son: la libertad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios.
La razón práctica parte del hecho de que el hombre es moral y, en consecuencia, indaga las condiciones de posibilidad de este hecho: son los postulados de la razón práctica.
Los postulados no son imperativos. Pero tampoco son tesis arbitrarias ni irracionales. Los postulados son una especie de presupuesto práctico.
a. El Postulado Moral de la Libertad del Hombre
De la libertad ofrece dos nociones:
- Como independencia del hombre respecto de la causalidad natural, o determinismo de la naturaleza, por la cual el hombre no está obligado a ella, porque en caso contrario no podría considerarse responsable de lo que hace, y como autonomía de la voluntad de darse la ley moral a sí mismo.
- De ser su propia causalidad (naturaleza sometida a una voluntad). La libertad es un postulado de la razón práctica porque coincide con la primera reflexión sobre la moralidad.