Filosofía Presocrática: Del Mito al Logos en la Antigua Grecia

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Presocráticos

La filosofía nace en Grecia en el siglo VI a.C. con los presocráticos. Estos tratan de abandonar las explicaciones míticas y dar una explicación racional de la realidad. Es el paso del mito al logos, la búsqueda de un saber absoluto y definitivo sobre la totalidad de las cosas o de la verdad sobre la realidad, iniciada por los milesios. Buscaban la unidad en la diversidad del todo, lo que hace idéntico a todas las cosas diferentes, el principio y la fuerza que le da origen. A esa estrategia de búsqueda la denominan arché: unidad, principio y fuerza que mueve el devenir, son sus tres sentidos.

Los monistas creyeron que el arché era una sola sustancia; los pluralistas, varias sustancias. Los criterios de exposición de la metafísica presocrática son: monismo/pluralismo y ser/devenir. El todo es la naturaleza, el mundo humano y el divino. El arché es la estrategia de búsqueda de una explicación racional y verdadera sobre la physis o el ser.

Siglo VI a.C.

El monismo naturalista, que propone que una sola sustancia es el principio y origen del todo, caracteriza la escuela de Mileto, con Tales (el primer filósofo) y sus discípulos Anaximandro y Anaxímenes. En este siglo también están Parménides y Heráclito, que son polos opuestos de la explicación racional.

Heráclito

Defiende el devenir constante de todas las cosas, el movimiento continuo entre los pares de opuestos que forman la realidad y el fuego como elemento simbólico de la unidad del todo.

Parmenides

Niega el devenir y la existencia de lo múltiple afirmando que solo el ser es y el no-ser no es. El ser es uno, inmóvil y eterno, es la vía de la razón y la verdad para el conocimiento, mientras que el no-ser, el mundo de la experiencia, de lo múltiple que deviene, de los sentidos, no es el camino del conocimiento verdadero. Solo existe el ser. Inicia la tradición idealista que seguirá Platón, preludiando una metafísica alejada del pensamiento vulgar y del conocimiento por los sentidos.

Siglo V a.C.

Los filósofos pluralistas apuestan por una pluralidad de elementos y el devenir o cambio como explicación de la realidad.

Empédocles

Afirma que el ser es pleno, no engendrado, indestructible, pero compuesto de cuatro elementos o raíces del todo (agua, aire, tierra y fuego) que se mezclan gracias a dos fuerzas (amor y odio), dando lugar a la realidad en un ciclo eterno que nos recuerda a Anaximandro y a Heráclito.

Anaxágoras

Divide aún más el ser. El ser son todas las cualidades y determinaciones que forman el universo y se divide en unas partes pequeñísimas, imperceptibles y eternas, las homeomerías, que se encuentran en un magma o mezcla inicial, sobre la que recae la fuerza responsable del devenir o Nous divino.

Demócrito

Es el máximo representante del materialismo de la antigüedad. Para los atomistas, el ser es lo pleno y el no-ser el vacío. El vacío es quien divide lo pleno en partes muy pequeñas. Para el materialismo de Demócrito, existe el ser y el no-ser.

Las doctrinas pluralistas tratan de superar la antinomia provocada por Parménides entre razón y experiencia y conciliar el ser originario y el ser derivado, problema que se encuentra en el centro de los dos grandes filósofos de la antigüedad: Platón y Aristóteles.

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