Filosofía: Realidad, Mente y Dios

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¿Y si lo que hay no fuera más que ideas o espíritu?

Platón creía que las cosas que percibimos con los sentidos son cambiantes y múltiples, y no constituyen la verdadera realidad. La auténtica realidad, según él, es el mundo ideal, el mundo de las ideas. Las ideas son la esencia de las cosas sensibles.

Las teorías idealistas, a diferencia de las materialistas, explican la realidad desde las ideas, atribuyéndoles una primacía en el orden del ser o del conocer con respecto a los seres materiales. Hegel representa el idealismo absoluto, según el cual la verdadera realidad es la idea, el espíritu, el pensamiento creador de la razón.

Los dualismos de Descartes

Descartes, siguiendo a Aristóteles, entendía por sustancia aquella realidad que existe por sí misma e independientemente de cualquier otra cosa. Según esta definición, solo se podría admitir la existencia de una sustancia infinita, Dios, el ser que existe necesariamente y que tiene todas las perfecciones.

Descartes admite la existencia de dos tipos de sustancias finitas: la extensa y la pensante. La sustancia finita es aquella que existe de tal modo que no necesita de nada más que de Dios para existir.

- La existencia de nuestro cuerpo, o la de los cuerpos que hay en el mundo exterior, no es una verdad evidente, pues podemos estar soñando o siendo engañados por un genio maligno.

- Una cosa, una sustancia cuya esencia consiste en pensar: soy una sustancia pensante.

- La existencia de Dios: garantiza que mis ideas y percepciones corresponden a un mundo exterior formado por objetos materiales: la sustancia extensa (la realidad cuya esencia consiste en la extensión).

Para Descartes, el ser humano es un compuesto de cuerpo y alma. Descartes admite dos tipos de sustancias: la sustancia infinita y la sustancia finita, que a su vez, puede ser sustancia pensante y sustancia extensa. El problema de la relación que se da en el ser humano entre el cuerpo y el alma se plantea en la actualidad en las ciencias cognitivas como el problema de la relación entre mente y cerebro.

¿Y si todo fuera uno?

Las teorías monistas afirman que toda la realidad es una, que se manifiesta de distintos modos. Según Parménides, solo existe el ser, es único, inmóvil, increado e imperecedero. Pero en esta concepción, las cosas que nos rodean que captamos con los sentidos, tienen una realidad.

La filosofía neoplatónica afirma que el principio de todo lo que existe es el Uno, la realidad absoluta y suprema. Según Plotino, el Uno, que a veces identifica con Dios, no es un ser, está más allá del ser, es absolutamente trascendente y por eso, indefinible e incognoscible. La concepción que identifica a Dios con la naturaleza, con todo lo que existe, recibe el nombre de panteísmo.

Spinoza también se propone pensar la realidad como una unidad.

¿En qué consiste la experiencia religiosa?

La presencia de lo sagrado, como opuesto a lo profano, aparece como rasgo constante en todas las culturas y en todas las épocas. Los seres humanos somos capaces de reconocer la presencia de algo que trasciende, de algo sagrado, en acontecimientos especiales.

Más allá de la realidad sensible que lo rodea, más allá del espacio y del tiempo cotidiano, que pertenecen al ámbito de lo profano, el ser humano es capaz de abrirse a una realidad trascendente que se le manifiesta.

El ser humano religioso se concibe a sí mismo como parte de un universo creado por los dioses y que participa de la santidad de los creadores. Su existencia está abierta a aquello que se encuentra más allá de lo visible, a lo sagrado, lo cual confiere sentido a todo el cosmos y a la propia existencia humana.

¿Qué respuestas caben ante la pregunta sobre Dios?

- Ateísmo: niega categóricamente la existencia de Dios. Para Nietzsche, Dios representa la unidad, lo inmutable, el fundamento de lo que hay y del sentido de este mundo. Desde la Ilustración existe también un ateísmo de raíz positivista (Hume) que considera la creencia religiosa como respuesta al miedo a lo desconocido.

- Agnosticismo: los límites que tiene nuestra razón impiden que se pueda contestar a la pregunta sobre Dios. La razón humana no puede conocer lo que está más allá del ámbito de lo experimentable, y de Dios no podemos tener experiencia sensible.

- Deísmo: es la postura filosófica que acepta mediante la razón la existencia de Dios entendido este como un ser supremo, pero no como un ser personal con el que mantiene una relación vital. Admite que Dios es creador, pero rechaza que se haga presente en el mundo.

- Fideísmo: se admite la existencia de Dios solo por la fe, ya que la razón es incapaz de llegar a descubrirla. Ockham piensa que la razón y la fe son dos tipos de conocimiento distintos que se basan.

- Teísmo: considera que la razón puede llegar a descubrir la existencia de Dios que crea y mantiene en el ser lo creado, y revela al ser humano que puede responder mediante la fe. El teísta mantiene una relación personal con Dios que impregna su vida.

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