Filosofía de la Virtud: Razón, Voluntad y Hábitos Éticos

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Las Virtudes Éticas y la Razón

Las Virtudes Éticas se fundamentan en la premisa de que los deseos del hombre están sometidos a la razón. Cuando esta relación funciona mal, los deseos se descontrolan y escapan al control de la razón. La virtud moral consiste en el control de la parte volitiva de la naturaleza humana por su parte pensante.

La Volición y la Búsqueda del Bien

La volición, que es la capacidad de querer, persigue el bien como fin. La volición es el bien tal como este aparece a cada uno. La voluntad del hombre sano, entero y honrado está naturalmente orientada hacia su bien y solo cabe decidir sobre los medios para alcanzarlo. No merece la pena tomar decisiones sobre cosas que se nos escapan de las manos y no podemos decidir si una cosa u otra.

La Decisión Correcta: Un Camino Hacia la Virtud

La decisión es un deseo deliberado de cosas a nuestro alcance. Las decisiones pueden ser acertadas o equivocadas, buenas o malas, según el criterio correcto. Decidir es difícil y es difícil dar con el término exacto, la decisión correcta. Un noble varón, el spoudaios, entero y honesto, lo que a él le parezca el bien será también lo que por naturaleza es el bien.

El Hombre Prudente (Phronimos)

La virtud o areté es una costumbre o un hábito de decidir bien y conforme al criterio, característico del hombre prudente, el phronimos.

El Término Medio (Mesotes) y los Vicios

El término medio se sitúa entre dos extremos: uno por defecto y otro por exceso, marcando así las virtudes. A cada una de las diferentes capacidades de voluntad le corresponde un medio y dos extremos:

  • Término medio: MESOTES
  • Vicios por defecto: ELLEIPSIS
  • Exceso: HIPÉRBOLE

La Naturaleza de la Virtud y el Hábito

El hombre no tiene la virtud por naturaleza, pero tampoco es antinatural. El hombre sí tiene por naturaleza la virtud de potencializar sus hábitos. Somos potencialmente buenos y potencialmente malos; tenemos la virtud y el vicio. Somos libres, podemos elegir, y somos responsables de nuestros hábitos.

El hábito (hexis) se educa repitiendo varias veces actos buenos, tomando una y otra vez la decisión correcta, adquiriendo el hábito de decidir bien. La virtud se incorpora a nosotros como una segunda naturaleza, nos permite decidir bien en lo sucesivo con naturalidad y sin esfuerzo.

Defectos Involuntarios vs. Vicios Voluntarios

Hay defectos con los que nacemos, tanto del carácter como del cuerpo. De esos defectos no somos responsables y, si nacemos con tal defecto, no somos culpables de dicho defecto. Sin embargo, no son solo los vicios del alma los que son voluntarios; en algunas personas también lo son los vicios del cuerpo, y por eso los censuramos. En última instancia, somos responsables de nuestros actos y de nuestros hábitos.

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