Filosofías de Vida: Cinismo, Estoicismo, Epicureísmo y Utilitarismo Explicados
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Cinismo
El cinismo se refiere tanto a la escuela filosófica de los cínicos como a la actitud de desprecio hacia las normas morales y convenciones sociales. La palabra cínico procede del término griego kynós (κυνός), que significa 'perro'. El perro simbolizaba el ideal de vida frugal, en concordancia con la naturaleza, al que aspiraban los miembros de este grupo.
Los cínicos rechazaban las convenciones sociales, buscando un ideal de vida donde el ser humano estuviera totalmente integrado en la naturaleza. Criticaban dichas convenciones porque creían que separaban a los individuos. Uno de los principales representantes de la escuela cínica fue Diógenes de Sínope.
Estoicismo
El principio fundamental del estoicismo es la armonía con la naturaleza, aceptando que no se puede ir contra ella. A diferencia de los cínicos, no promovían huir de la vida social o política.
Sus representantes notables incluyen a Séneca y Marco Aurelio.
El objetivo es alcanzar la ataraxia: la imperturbabilidad o tranquilidad del alma, lograda al no verse afectado por las pasiones y no buscar la felicidad en elementos externos. Sostenían que no se puede ir contra el curso natural de los acontecimientos. Mediante la razón, se debe aceptar lo que sucede sin dejarse arrastrar por las pasiones. De este modo se alcanzará la ataraxia, la tranquilidad del alma.
El sabio estoico es aquel que consigue vivir sin ser dominado por sus pasiones. Defendían una concepción cosmopolita, viendo a todos los seres humanos como ciudadanos del mundo.
Epicureísmo
Para el epicureísmo, la felicidad se identifica con el placer (hedoné), entendido principalmente como la ausencia de dolor físico (aponía) y turbación anímica (ataraxia). Es crucial entender que no todos los placeres son considerados buenos ni todos los dolores malos en esta filosofía.
Se busca evitar aquello que provoca angustia o miedo, como el temor a los dioses, a la muerte, al dolor o al fracaso. Es importante distinguir el epicureísmo del hedonismo vulgar, que identifica la felicidad únicamente con el placer físico y material inmediato.
Para alcanzar la serenidad duradera, Epicuro clasificó los placeres en tres tipos:
- Placeres naturales y necesarios: Ligados a la conservación de la vida (comer, beber, descansar).
- Placeres naturales pero no necesarios: Variaciones refinadas de los necesarios (comidas lujosas, sexualidad).
- Placeres ni naturales ni necesarios: Surgen de opiniones vanas y deseos superfluos (fama, poder, riqueza excesiva).
Utilitarismo
El utilitarismo es una ética teleológica (orientada a fines), que juzga las acciones por sus consecuencias y no por su valor intrínseco, a diferencia de la ética deontológica de Kant. Son, por tanto, consecuencialistas: una acción es buena si sus efectos y consecuencias son beneficiosos.
Las intenciones, sin las consecuencias deseadas, carecen de valor moral para esta escuela.
El principio fundamental es buscar la mayor felicidad o bienestar para el mayor número de personas. No se centra en la utilidad individual, sino en la utilidad colectiva o general.
Pensadores clave como Jeremy Bentham y John Stuart Mill exploraron las implicaciones de este principio, considerando a menudo la universalización de las acciones.