El Filósofo Gobernante y la Teoría del Estado Justo en Platón
Clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 4,13 KB
La Filosofía como Remedio a los Problemas Políticos
Platón vivió en un estado de agitación democrática y comenzó la filosofía como remedio a los problemas políticos de su época, ya que solo en ella encontraba la esencia de la justicia y el bien. Por ello, Platón aplica la teoría del intelectualismo moral de Sócrates al terreno político, considerando al correcto gobernador de la polis como un hombre que supiera gobernar decidiendo justamente en la política y controlando éticamente su vida privada, es decir, gobernantes virtuosos y sabios que no estén movidos por la ambición de riquezas. Pero según el intelectualismo moral que Platón apoya, solo pueden ser justos y buenos los que hayan comprendido la esencia de la justicia y el bien, y con esto se entiende la importancia que da Platón a la educación: educar en la virtud. La filosofía política de Platón propone una forma de gobierno fundamentada en una teoría del conocimiento que nos diga el origen y cómo distinguir la verdad del error, y en una teoría de la realidad que nos diga qué es real y qué es aparente.
Dualismo Ontológico y el Gobernante Justo
Por último, el dualismo ontológico se relaciona con la concepción de gobernante justo que tiene Platón, ya que el gobernante debe ser una persona que, a pesar de encontrarse en el mundo sensible, logre alcanzar la correcta concepción de la verdad y de la esencia de las ideas, una visión por medio del alma y del conocimiento que le facilite la toma de decisiones justas y éticas.
La Teoría del Alma en Platón
Según Platón, el alma es inmortal e inmaterial, y tiene prioridad sobre el cuerpo. Siguiendo la tradición griega, considera que el alma es el principio vital que infunde vida y movimiento al cuerpo, y en el ser humano es el principio de conocimiento. Distingue tres partes del alma:
- Racional: sede de la inteligencia, tiene naturaleza divina (cabeza). Gobernantes. VIRTUD: Prudencia.
- Irascible: fuente de pasiones y emociones (pecho). Guardianes. VIRTUD: Fortaleza.
- Apetitiva: fuente de apetitos y deseos materiales (bajo vientre). Productores. VIRTUD: Templanza.
Las partes irascible y apetitiva son irracionales, vinculadas al cuerpo. Existe un orden jerárquico según el cual la parte racional debe dirigir las pasiones de la parte irascible y gobernar los deseos de la parte apetitiva. Cada parte del alma ha de desarrollar su virtud.
La Teoría de las Ideas
Platón considera que es imposible alcanzar un conocimiento verdadero de las realidades del mundo sensible, ya que los objetos están sujetos a cambios continuos, teoría influenciada por la idea de Heráclito de que todo fluye: "Lo que es deja de ser para ser otra cosa". Pero Platón sí cree en las ideas de lo que no cambia, y se hallan más allá del mundo sensible, en el mundo inteligible, el de las ideas o formas que son eternas, inmutables y son también la causa de las cosas sensibles; no cambian.
Por lo tanto, las ideas son realidades separadas del mundo físico, no accesibles por los sentidos e independientes de las cosas sensibles. La esencia de las cosas es aquello que hace que sea lo que es y se halla en todos los individuos de un mismo género o especie.
Relación entre Platón y los Pitagóricos
Platón acepta puntos de vista de los pitagóricos, como la importancia de las matemáticas y el razonamiento abstracto, y el menosprecio del cuerpo como vía para alcanzar la verdad, ya que los sentidos nos engañan y solo con la razón podemos alcanzar la verdad, afirmación que comprende la idea de Platón de que los sentidos son las cadenas que atan a los presos del mundo sensible.
También comparte la idea de la teoría de la transmigración de las almas de la doctrina de la metempsicosis, que hace una división entre lo material y lo espiritual, y tiene gran relación con el dualismo ontológico que hace Platón en el mito de la caverna.
Por último, la idea de justicia como armonía de los pitagóricos tiene gran influencia en la concepción de Estado justo para Platón.