Física Subacuática: Luz, Sonido y Comunicación en el Buceo
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LA LUZ
La mayor densidad del agua respecto con el aire dificulta la visión bajo el agua, por lo cual necesitamos interponer una capa de aire entre el agua y los ojos. Para ello están las gafas de buceo. La luz al atravesar el agua sufre varios fenómenos que la alteran en dirección e intensidad. Estos fenómenos se resumen en:
- Reflexión: efecto espejo. El agua refleja algunos de los rayos solares.
- Refracción: los rayos que pasan la barrera de reflexión y penetran en el agua son desviados de su dirección inicial debido a la superior densidad del agua.
- Absorción: el agua absorbe la intensidad de los rayos.
- Difusión: los rayos se difuminan debido a efectos de reflexión sobre partículas en suspensión dentro del agua.
Esta combinación de fenómenos produce que la intensidad luminosa bajo el agua vaya decreciendo con el aumento de profundidad. De modo que ciertos colores dejan de ser perceptibles a medida que descendemos, y a partir de 30 metros solo existen grises.
La visión bajo el agua
Cuando estamos en el aire, la luz llega a nuestros ojos y al penetrar sufre una refracción en los humores del globo ocular formando la imagen sobre la retina.
Al sumergirnos, la diferencia de densidades de los medios por los que la luz se transmite varía. Por lo que al penetrar los rayos en el globo ocular sufren una refracción mucho menor produciendo un efecto de hipermetropía.
Al utilizar una máscara, lo que hacemos es interponer una cámara de aire de modo que la luz sufre dos refracciones, una divergente y otra convergente. Con ello conseguimos que la imagen se forme claramente en la retina, pero nuestro cerebro ve las cosas 1/3 mayor y un 25% más cerca.
- EL SONIDO
El agua es más densa que el aire, por lo que es más efectiva a la hora de propagar el sonido tanto en rapidez como en distancia. El sonido se desplaza por el aire a 330 m/segundo. Bajo el agua, y dependiendo de su densidad, viaja entre 1100 y 1500 m/seg.
Esto nos afecta por la incapacidad bajo el agua de descubrir de dónde vienen los sonidos, ya que el cerebro es incapaz de distinguir su procedencia ni su dirección. También varía la percepción de la distancia a la fuente de sonido.
Señales subacuáticas
Ante la imposibilidad de comunicarnos hablando, se ha desarrollado un código de señales con las manos para cubrir las necesidades habituales de comunicación bajo el agua.
Existen una serie de señales internacionales, aunque con pequeñas variaciones de una zona a otra. De forma general, las más comunes son:
Las señales deben hacerse clara y lentamente, asegurándonos que el destinatario las ha entendido. Siempre debe responderse a una señal con otra o con la actuación que corresponde. No se debe dar por sobreentendido que el otro se ha dado cuenta de que le hemos entendido, debemos demostrárselo.