Fisiología de los Sentidos Humanos: Audición, Equilibrio, Gusto y Olfato

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Fisiología de la Audición

En el oído interno, el movimiento de la ventana oval hacia adentro y hacia afuera genera una onda que se propaga a través de la perilinfa. Este movimiento de la perilinfa provoca la vibración de la membrana basilar y la endolinfa, lo que a su vez hace que las células ciliadas del órgano de Corti rocen con la membrana tectorial.

Como respuesta a este roce mecánico, las células ciliadas generan potenciales de acción que viajan a través del nervio auditivo hasta la región temporal del cerebro.

Las células ciliadas ubicadas en diferentes partes de la membrana basilar responden a distintas frecuencias: las de la base a frecuencias altas (sonidos agudos) y las del ápice a frecuencias bajas (sonidos graves).

Fisiología del Equilibrio

El equilibrio se clasifica en dos tipos principales: estático y dinámico.

Equilibrio Estático

Se refiere a la orientación de la cabeza con respecto al suelo y depende de la fuerza de gravedad. Los receptores del equilibrio estático son el utrículo y el sáculo.

En su percepción participan dos tipos de células:

  • Las células receptoras: descargan impulsos nerviosos cuando hay un cambio de posición.
  • Las células de sostén: producen una sustancia gelatinosa en cuya superficie se albergan cristales de carbonato de calcio, conocidos como otolitos. Estos otolitos ejercen presión sobre las células receptoras cuando la cabeza cambia de posición en reposo, generando así los impulsos nerviosos.

Equilibrio Dinámico

Sus receptores se encuentran en las membranas de los canales semicirculares, conductos llenos de endolinfa. Al mover la cabeza, la endolinfa fluye sobre las células ciliadas y flexiona sus cilios. Este movimiento estimula a las neuronas sensoriales, originando impulsos nerviosos.

Factores Complementarios del Equilibrio

El equilibrio humano también se complementa con la visión, los propioceptores ubicados en las articulaciones, tendones y músculos, y los corpúsculos de Pacini en la planta de los pies.

El Sentido del Gusto

La discriminación de los sabores es posible gracias a los botones gustativos, que son estructuras ovaladas que contienen varias células receptoras del gusto. Estos se ubican en las papilas gustativas, las cuales confieren a la lengua una apariencia rugosa.

Cada botón gustativo mide aproximadamente 0,03 mm y está formado por poros gustativos.

Tipos de Papilas Gustativas

  • Papilas Caliciformes

    Con forma de V, se encuentran en la parte posterior de la lengua. Son las de mayor tamaño y en sus bordes laterales presentan numerosos botones gustativos.

  • Papilas Fungiformes

    Se ubican en la punta y en las caras laterales de la lengua, conteniendo también botones gustativos.

  • Papilas Filiformes

    Son puntiagudas y se distribuyen en la región anterior de la lengua. Aunque no contienen botones gustativos, proporcionan la textura y fricción necesarias para manipular los alimentos.

El Sentido del Olfato

Los receptores del olfato se encuentran en el epitelio olfatorio, ubicado en la parte superior y posterior de la cavidad nasal.

Células Asociadas al Olfato

Además de las células olfatorias, se encuentran:

  • Células glandulares: Producen moco para disolver las sustancias odoríferas y facilitar la percepción del aroma.
  • Células sustentaculares y basales: Ambas proporcionan soporte estructural a las células olfatorias.

Las células olfatorias poseen cilios olfatorios que reaccionan a las sustancias químicas presentes en el aire.

Los axones de los casi 20 millones de células olfatorias se unen para formar los nervios olfatorios, transmitiendo la información hacia la corteza cerebral a través de las cintillas olfatorias.

En resumen, la percepción de los diversos olores es posible gracias a la compleja organización estructural y funcional de las cavidades y células especializadas presentes en la nariz.

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