Forjado Reticular: Características, Tipos y Evolución Constructiva
Clasificado en Diseño e Ingeniería
Escrito el en
español con un tamaño de 4,47 KB
Forjado Reticular: Descripción y Componentes Clave
El forjado reticular pertenece a la familia de las losas de hormigón armado (HA). Se caracteriza por ser una estructura no homogénea, aligerada y armada en dos direcciones ortogonales. Estos forjados no suelen presentar vigas descolgadas, por lo que también se clasifican como forjados planos.
Se define por los siguientes parámetros:
- Separación entre los ejes de los nervios.
- Espesor básico de los nervios.
- Canto total de la placa.
- Altura del bloque aligerante.
- Espesor de la capa de compresión.
Alrededor de los pilares, se prescinde de los elementos aligerantes y la placa se hace maciza. Esta zona se denomina ábaco (con una inclinación de 45 a 90 grados) y su función principal es reducir el riesgo de punzonamiento. El ensanchamiento del pilar se conoce como capitel, aunque su uso es poco común, salvo en naves industriales o locales singulares.
Los zunchos de borde, que antiguamente eran vigas descolgadas de gran rigidez, ahora suelen ir embebidos en el espesor de la placa, con una base de 25-30 cm. Solo se descuelgan en vanos de gran luz para evitar daños en las tabiquerías.
Origen y Evolución del Sistema
Este sistema se deriva de las losas macizas continuas de gran rigidez que se empotraban en un emparrillado de vigas descolgadas. La primera losa de este tipo fue desarrollada por los americanos en 1906; inicialmente eran simplemente apoyadas, pero más tarde se diseñaron empotradas, permitiendo mayores luces y techos más diáfanos.
En los inicios del hormigón armado, las vigas eran acarteladas sobre los pilares, concentrando en los apoyos la mayor rigidez. Posteriormente, los ingenieros rusos suprimieron estos acartelamientos debido a su dificultad constructiva, lo que aumentó el momento en el vano y las deformaciones, aunque a cambio de un menor coste. El siguiente paso evolutivo fue suprimir las vigas descolgadas, dejando únicamente los soportes recrecidos.
Actualmente, se utilizan bloques aligerantes, ya sean perdidos o recuperables, para aligerar la estructura y reducir al mínimo la sección de los nervios que soportan las cargas. Este sistema tiene un gran futuro y es, en muchas aplicaciones, insustituible.
Tipología de Forjados Reticulares
La principal clasificación se basa en si el bloque aligerante es perdido o recuperable. La única diferencia notable entre ellos es el tipo de bloque empleado.
Forjados con Bloque Aligerante Perdido
Inicialmente en España se utilizaban bovedillas cerámicas, pero su uso ha disminuido debido a su dificultad de manejo. El aligeramiento exige una cuadrícula estándar de 70x70 cm y se suele realizar con bloques compuestos por 3, 4 o 6 piezas. El de 3 piezas, para hormigón ligero, es de difícil manejo y mayor precio, pero ofrece ventajas significativas:
- Menor peso y sobrecarga para la estructura.
- Mejor comportamiento térmico.
- Mayor rendimiento en la ejecución.
Forjados con Casetones Recuperables
Otra tipología emplea casetones de plástico recuperables. Se trata de cubetas que se retiran una vez que el hormigón ha endurecido, dejando un acabado visto muy característico, ideal para garajes y obras de gran luz. Estos casetones permiten cantos mayores que los de sección perdida y, para facilitar el desmoldeo, suelen tener una forma abovedada.
Sistemas de Aligeramiento Continuo con Poliestireno
Existen sistemas de aligeramiento continuo muy aislantes, compuestos por dos piezas de poliestireno expandido (EPS) ignifugado: bases y sombreretes. Este sistema constituye una unidad estructural en ambas direcciones, embridando las bases (cada 4 sombreretes) y un sombrerete con 4 bases (una por esquina).
Sus principales virtudes son la ligereza y el excelente aislamiento térmico (valores de 40 a 90). En las zonas macizas (ábacos), se pueden colocar planchas aislantes de poliestireno de 3 cm para asegurar la continuidad del aislamiento.
El forjado aligerado con poliestireno expandido (porexpán) tiene la desventaja de poseer menos rigidez que el de bloques de hormigón, ya que este último se funde íntimamente con las paredes de los casetones en toda la placa. El sistema de base-sombrerete ha adoptado un intereje no estándar de 65x80 cm para luces dispares, aunque para casos normales resulta más caro.