El Frágil Amanecer Democrático y la Crisis de Entreguerras (1919-1929)
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El Auge Inicial de la Democracia Post-Gran Guerra
En 1919, la democracia parecía entrar en un periodo de auge sin precedentes. El desmoronamiento de los Imperios Centrales auguraba la caída definitiva de los regímenes autocráticos y, con la paz, casi todos los Estados europeos adoptaron constituciones democráticas. Un avance significativo fue la inclusión del derecho de voto para la mujer en muchos de ellos.
A partir de los tratados de paz, las potencias occidentales —Francia, Inglaterra y Estados Unidos— se consideraron custodios de una concepción de la sociedad política cuyo soberano es el pueblo. Los líderes de estas tres potencias eran conscientes de que ninguna ideología podría constituir la panacea que resolviera todos los problemas existentes en una sociedad. Sin embargo, consideraban a la democracia como el mejor sistema que los pueblos y la ciencia política habían conseguido instaurar hasta ese momento.
Pilares de la Democracia en el Siglo XX
Los parámetros que definieron la concepción de la democracia en el siglo XX eran, principalmente:
- Elecciones que permitieran la alternancia en el ejercicio del poder.
- Prensa libre.
- Libertad de religión y pensamiento.
- Igualdad ante la ley.
- Pluralismo político.
- Sindicatos como sistema de organización del proletariado.
- Derecho a circular libremente por el territorio del país o por el extranjero.
- Y, “por encima de todo, la ausencia de terror”.5
Amenazas y Declive: La Década de 1920
Sin embargo, en los primeros años de la década de 1920, esta prometedora concepción política se vio amenazada por una serie de procesos que, de alguna manera, tenían su origen en las secuelas dejadas por la Gran Guerra y la Revolución Soviética. En algunas naciones de la Europa continental, las tensiones sociales e ideológicas alcanzaron tal violencia que, para evitar mayores conflictos, los gobiernos de ciertos países decidieron limitar las libertades individuales para frenar la inestabilidad. Desafortunadamente, otros llegaron hasta el extremo de iniciar el camino de la dictadura.
Estos conflictos condujeron a una situación de inestabilidad política que se agudizó al terminar la década, debido a la crisis económica que se desató en Estados Unidos, la potencia emergente, y que extendió luego sus nocivos efectos a los países europeos que apenas iniciaban su recuperación.