Fragmentos Históricos de la Conspiración de Catilina

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La Amenaza de Catilina y el Precedente de Graco

Hace ya tiempo, Catilina, que debías ser conducido a la muerte por orden del cónsul, que la perdición que maquinas hace ya un tiempo contra nosotros debía ser llevada contra ti. Un hombre muy noble, Publio Escipión, como simple ciudadano mandó matar a Tiberio Graco, que debilitaba no gravemente la situación política; ¿y nosotros, los cónsules, soportaremos a un Catilina que ansía devastar toda la tierra con la muerte y los incendios?

Carácter y Juventud de Lucio Catilina

Lucio Catilina, hijo de noble linaje, fue una persona de gran fuerza de espíritu y de cuerpo, pero de mentalidad mala y depravada. Desde su adolescencia le fueron gratas las guerras intestinas, los crímenes, los robos, la discordia civil, y allí pasó su juventud.

Motivaciones y Vicios de Catilina

Su corazón deseaba siempre las cosas excesivamente elevadas. Su ánimo feroz se inquietaba más y más cada día por la falta de patrimonio familiar y por la conciencia de sus crímenes. Además, le incitaban las corrompidas costumbres de la ciudad, a las que vejaban unos males pésimos y opuestos entre sí: la lujuria y la avaricia.

La Corrupción del Círculo de Catilina

Si alguien libre aún de culpa entraba en su círculo de amistades, con el trato diario y los halagos lo convertía fácilmente en igual o semejante a los otros. Pero sobre todo apetecía la amistad de los jóvenes: su carácter dúctil y débil eran captados fácilmente con engaños.

El Plan de Asesinato contra Cicerón

Y así, pasmados y suspensos los demás, Cayo Cornelio, caballero romano, y con él Lucio Vargunteyo, senador, determinaron ir poco después aquella misma noche con gente armada a casa de Cicerón, como si le fueran a saludar, y cogiéndole desprevenido, atravesarlo de improviso en su propia casa.

El Discurso de Cicerón y la Respuesta de Catilina

Entonces el cónsul Marco Tulio, o bien porque temía su presencia o bien movido por la ira, dijo un discurso brillante y útil para la República. Pero, cuando él se sentó, Catilina, como había sido preparado para ocultarlo todo, comenzó a rogar a los senadores que no creyeran nada de él a la ligera.

El Incidente de Tarquinio y Craso

Algunos decían que Tarquinio había sido enviado por Cicerón, para que Craso, siguiendo su costumbre, no alborotara la República con la toma a su cargo de la protección de los malvados. Yo mismo oí después al propio Craso decir públicamente que aquella injuria tan grande le había sido impuesta por Cicerón.

Las Proscripciones de Sila y sus Consecuencias

El victorioso Sila ordenó que se eliminara a Damasipo y a otros de ese tipo. ¿Quién no elogiaba su acto? Decían que habían sido asesinados con razón unos hombres malvados e intrigantes, que habían atormentado a la República con sus motines. Pero ese hecho fue el comienzo de un gran desastre.

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