Francisco Giner de los Ríos y el Legado Pedagógico de la Institución Libre de Enseñanza
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El Legado de la Institución Libre de Enseñanza y Francisco Giner de los Ríos
La Institución Libre de Enseñanza (ILE) es un hito en la historia de la pedagogía española. Este análisis se centra en el discurso inaugural del curso 1880/81, pronunciado por Francisco Giner de los Ríos, un influyente filósofo, pedagogo y ensayista español, catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Madrid. Este texto, de fuente primaria, fue dirigido al claustro de profesores de la ILE, así como a docentes españoles e interesados en pedagogía, con el propósito de motivar e inspirar a través de sus ideas pedagógicas.
Contexto Histórico
El discurso se sitúa en los primeros años de la Restauración. Los gobiernos de Cánovas promulgaron una serie de leyes que desarrollaban la constitución de 1876, dándole un sentido más conservador. En la Universidad Central de Madrid, un grupo de profesores se opuso a la imposición de posiciones morales, políticas y religiosas por parte del ministro de Fomento. Tras ser expulsados, estos profesores, bajo la dirección de Francisco Giner, fundaron la ILE en 1876.
Esta institución fue un proyecto pedagógico de carácter privado. Inicialmente, se creó como una escuela universitaria, pero evolucionó hasta convertirse en un centro de enseñanza primaria y secundaria no reconocido por el Estado. El ideario de la ILE se basaba en la neutralidad religiosa y política, y se convirtió en el centro más importante de la cultura española.
Objetivos y Principios de la ILE
El discurso inaugural enuncia los procedimientos y objetivos de la ILE. El objetivo principal es la formación integral del alumno, más allá de lo puramente académico, buscando su desarrollo como persona (1, 2, 6-8). Para lograrlo, se exponen objetivos más concretos (11-13). Giner se muestra partidario de la educación en la obediencia a la ley (13) y defiende las vocaciones (15) frente al egoísmo y el actuar por interés. Aboga por una educación en un patriotismo sincero (16) para evitar ocultar los problemas del país en lugar de solucionarlos, algo común durante la Restauración. Es partidario de fomentar el amor al trabajo (18), se opone a los funcionarios, promueve la educación en contra de la mentira (19), un gran mal en España, y defiende los valores de equidad y tolerancia (20, 21). Para ayudar a conseguirlo, propugna "intimar con los alumnos" (2, 3).
Influencia y Legado
La ILE siguió los precedentes de la filosofía krausista, que penetró en España en el siglo XIX. La ILE influyó fuertemente en la Generación del 98 tras el desastre colonial, y muchos intelectuales y profesores estuvieron vinculados a ella. Representó un intento de regeneración moral, buscando crear un hombre y ciudadano nuevo para regenerar el país, y fue la primera experiencia de regeneración pedagógica en España.